Las elecciones en Río Negro y los desafíos del PO-FIT
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Orillando el 50% de los votos, el FpV reafirmó su primer lugar en la elección rionegrina. Sin embargo, a diferencia de las Paso, no logró duplicar a Cambiemos, que ocupó el segundo lugar con el 32%. La segunda bancada en juego, por ende, quedó para el oficialismo nacional. El logro de Cambiemos se da luego del pacto cerrado con Juntos Somos Río Negro (JSRN), el partido del gobernador Weretilneck. Este, luego de las Paso, bajó su lista, para que el macrismo se haga del segundo diputado nacional.
El golpe electoral sufrido por JSRN en las Paso, quedando relegado al tercer lugar, no sólo provocó el recule de Weretilneck en su tentativa de instalar una planta nuclear en Sierra Grande. También motivó que el gobernador desplazara a la mayor parte de los integrantes del gabinete provincial. Acentuó, finalmente, la sumisión de Weretilneck al gobierno macrista, como se acaba de corroborar con sus declaraciones de “conformidad” ante los anuncios de Macri en el CCK, a pesar de las exigencias de un mayor ajuste fiscal en las provincias.
La centroizquierda, de la mano de Magdalena Odarda, no logró avanzar después de las Paso, fue uno de los partidos que más retrocedió, rondando los dos puntos. Su perfil progre-ambientalista no le alcanzó para traer parte de los votos de JSRN en disputa. La CC-ARI no se terminó de despegar de Cambiemos, dejando abierta una posible integración en el futuro al oficialismo nacional, como en el resto del país. Un retroceso en los mismos términos sufrió el Partido Socialista rionegrino que, en estas elecciones, podría haber dado su canto del cisne.
El Frente de Izquierda ha logrado sostener el electorado y mantenerse como cuarta fuerza en la provincia, obteniendo el 3,8% de los votos. La tarea del Partido Obrero en el FIT es seguir respaldando todas las luchas en curso, y avanzar en la construcción de una alternativa política propia de los trabajadores. El FpV/PJ ya ha demostrado en el Congreso, durante estos dos años de macrismo, qué intereses prefiere defender: las medidas antiobreras han logrado avanzar gracias a su respaldo.
El ajuste en curso, que tenderá a profundizarse con el llamado de Macri a los gobernadores y sindicatos a apoyar las reformas previsional y laboral, no va a tener otro freno que no sea la organización de los trabajadores con la izquierda.