El domingo 16 de julio son las elecciones Paso en Santa Fe, en las que se votarán a las y los representantes de los diferentes espacios políticos que competirán luego en las elecciones generales del 10 de septiembre. Por primera vez se incorpora al padrón a la juventud de entre 16 y 18 años, cuyo voto es optativo.

La provincia está atravesada por la crisis económica que recorre la Argentina, con la enorme inflación que destruye salarios y jubilaciones, y el ataque a los derechos laborales. La imagen de las seis cuadras de cola para postularse a un puñado de puestos de trabajo, mal remunerados, en un supermercado de Rosario, dio testimonio de ello; en una Santa Fe que ingresa en una fase recesiva, cuya actividad industrial cayó 4,1% en el primer trimestre del año.

El dato sobresaliente es la guerra narco contra la población de Rosario, que crece al amparo del Estado. Esto, luego de que Omar Perotti ganara el gobierno bajo el lema “Paz y Orden”, explotando el fracaso de la gestión del Frente Progresista en materia de seguridad, la cual precisamente tuvo a cargo de la cartera a Maxiliamo Pullaro, el radical que promete resolver el tema narco luego de haber protegido desde allí a la narcopolicía santafesina, que es el problema medular del actual copamiento.

La guerra mediática de Pullarco con Carolina Losada por quedarse con la categoría a gobernador al interior del llamado “Frente de Frentes” muestra que alianza entre el PRO, la UCR, el Partido Socialista, la Ucedé y los pastores evangélicos es un rejunte patronal sin programa de gobierno. Losada acusa certeramente a Pullaro recordando la condena contra el ex Jefe de Drogas Peligrosas, Alejandro Druetta, que era su hombre de confianza y organizador de una red narco cuya protección comandó el entonces ministro para garantizarle la impunidad. Pero Losada no se hace cargo de haberse metido en esa interna, cuando todo esto era largamente sabido. Es decir, su denuncia no pasa de una maniobra.

Pullaro y Losada comparten la orientación fracasada de reforzamiento represivo, que da más poder a los jefes de las bandas que operan desde adentro del Estado entre las fuerzas de seguridad, en la Justicia y fundamentalmente entre el poder político -con el Senado provincial como emblema, tal cual lo mostró el caso Traferri. El problema anida en el Estado, y ambos bandos apuestan a quedarse con su caja, no a desmantelar el entramado narco que lo recorre.

La madrina de Losada, Patricia Bullrich, defendió como ministra de Seguridad de Macri los negociados en torno a los puertos privatizados del Paraná, origen del problema, al igual que lo hizo el peronismo. Unos y otros compartieron la receta fracasada del desembarco de Gendarmería y el reforzamiento de la intervención de la DEA, algo que también favoreció Perotti bajo su gestión.

El peronismo se cambió el nombre a Juntos Avancemos (un poco de Cambiemos y un poco de Milei) en una campaña centrada en pequeñas obras y el uso del aparato del Estado para contener el voto que se va a la oposición. Lo mismo que hizo Pablo Javkin, el “progresista” intendente de Rosario que ahora trabaja para Bullrich. La disgregación en cuatro candidaturas que forman la oferta electoral del peronismo son un intento de no hacerse cargo de la gestión de Perotti, fuertemente repudiada por la población. Pero ni los candidatos de La Cámpora, ni del Evita y aún menos del rossismo, dieron cuenta de un programa alternativo.

La izquierda

En este cuadro, el Frente de Izquierda podría capitalizar en parte el voto descontento de un electorado progresista profundamente defraudado por el carrerismo de las y los líderes del PS; también un voto peronista, que ve la necesidad de fortalecer a la izquierda para enfrentar lo que se viene. Veremos el comportamiento de la juventud convocada por primera vez a las urnas, en un marco de desmovilización y con la presencia de un candidato que se referencia en Milei.

El sistema electoral merece un análisis aparte, ya que el voto por categoría híperpersonaliza la elección y genera gran confusión en las categorías expectables (concejales, diputados), donde existe una sobreoferta electoral.

Luego de 12 años el Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad va a una competencia interna entre dos listas, la Lista Unir, alianza entre el PO y el MST, que cuenta con el apoyo del PSTU; y la Lista Fortalecer, del PTS e IS.

Es una Paso reñida, ya que en Unir se concentra el gran desarrollo de la militancia barrial y de la docencia combativa que cuenta con mayor extensión territorial, los representantes de quienes venimos organizando las luchas en Santa Fe, que me toca encabezar como precandidata a gobernadora, “la más joven y la única mujer por fuera del Frente de Frentes” según señala la prensa. Es la izquierda que se planta, en el contexto de narcocriminalidad que nos ha tocado enfrentar en nuestra actividad cotidiana, defendiendo a una juventud brutalmente empobrecida y marginalizada por los gobiernos capitalistas.

La otra lista la encabeza Octavio Crivaro, quien hace 12 años monopoliza el conjunto de las candidaturas según la pretensión de su espacio (gobernador, concejal, diputado), contando por ello con una mayor instalación. La campaña de ellos se centró en los apoyos recabados por sus figuras nacionales, llegando al extremo de presentarse como “la izquierda que lucha en Jujuy”, algo que por supuesto no es privativo de su espacio pero sí repica en relación a qué no puedan presentarse como la “izquierda que lucha en Santa Fe”, una referencia que claramente está allí donde milita el Polo Obrero. El eje que pusieron en los 40 mil votos para superar las Paso tuvo el objetivo evidente de evitar explicar por qué había una interna, apelando a un recurso gastado.

Nuestra campaña está a ojos vistas. Desarrollando el problema de los puertos, de la banca, de la creación de trabajo genuino, de cómo luchar por el desmantelamiento del narcoEstado, de organización de los reclamos para unirnos a la población trabajadora tal cual es y en esa lucha común ganarla a la conciencia socialista sobre la necesidad de echar a los políticos capitalistas, del hambre y la entrega, de que gobernemos los trabajadores.

Felicitaciones a toda la militancia por esta gran campaña que tuvo el mérito de mostrar que en Santa Fe hay una izquierda que se planta.

Los resultados del escrutinio provisorio pueden seguirse acá.

https://prensaobrera.com/politicas/un-voto-que-les-duela-a-los-duenos-del-poder/

https://prensaobrera.com/politicas/para-terminar-con-el-narcotrafico-hay-que-tomar-medidas-anticapitalistas/