La actual intendenta de Fiske-Roca, María Emilia Soria, se impuso holgadamente en las elecciones municipales y renovó su mandato, superando el porcentaje que hace cuatro años la ungió en el poder con el 56% de los votos, llegando en esta ocasión al 59%. En segundo lugar se ubicó Carlos Banacloy, el representante del gobierno provincial de Juntos Somos Río Negro (Jsrn), que se presentó como candidato a intendente encabezando 6 listas colectoras. Con el 23% de los votos, no cumplió con las expectativas que se habían desarrollado en una campaña bancada con recursos provenientes de la provincia.

General Roca se mantiene como un microclima, ya que todo indica que Alberto Weretilneck se encamina a ganar la gobernación en las próximas elecciones. En tercer lugar, se ubicó Soto de Juntos para el Cambio; en cuarto lugar Álvarez, referente vecinalista integrado a la Unión Popular (UP) de Rodolfo Aguiar, referente sindical de ATE. Tanto Aguiar como Álvarez pueden considerarse unos de los grandes derrotados de la elección, lo que pone en evidencia el descontento del conjunto de docentes y empleados públicos, tanto con la gestión provincial como con la burocracia de ATE. El FIT-U, por su parte, cosechó un 2% de los votos.

La estrategia de Soria de despegarse tanto de las elecciones locales como de las nacionales parece haber surtido efecto. Con el adelantamiento de las elecciones locales y con un sello de carácter vecinalista, la gestión municipal se despegó del derrumbe general del peronismo y del hundimiento económico del país. Mediante una campaña centrada en la obra de gobierno, lo que brilló por su ausencia fue la referencia a cualquier alineamiento nacional. Solo la presencia en los últimos días de Martín Soria (actual ministro de Justicia de Alberto Fernández), en la localidad, para la inauguración de algunas obras, recordó que el ministro es parte de uno de los espacios políticos responsables del hundimiento del país.

Por otro lado, un enfrentamiento sistemático con las autoridades provinciales le permitió a la renovada gestión descargar las culpas del estado de la ciudad donde el retraso en el avance de la urbanización es notable y el derrumbe del sistema productivo sigue haciendo estragos en materia de desocupación y de precarización del trabajo. Este abultado triunfo permite el crecimiento, en la ciudad, de la especulación inmobiliaria y el avance del modelo extractivista sobre las áreas de producción frutícola, únicas alternativas de “desarrollo” sobre las que se apoya el oficialismo local. Solo un crecimiento y una decidida intervención de la izquierda puede detener los efectos empobrecedores y destructores del ambiente que trae aparejado este avance.

Los Soria (primero con la intendencia de Carlos Soria, luego con dos mandatos de su hijo Martín, y ahora con la reelección de la hermana de este último) se mantienen en el poder local hace más de 20 años. María Emilia se presenta por fuera de la estructura del Frente de Todos, dado que este frente se está rompiendo a nivel provincial, y el sector “más K”, encabezado por el diputado Martín Doñate, teje una alianza provincial con Jsrn. Esta alianza se ve reflejada en una de las colectoras que apoyan a Banacloy. Mientras tanto, María Emilia, con su hermano en el Ministerio de Justicia, queda del lado “albertista”. Victoria Tolosa Paz estuvo recientemente en Río Negro. Uno de sus objetivos habría sido fortalecer el alineamiento de Soria con Alberto Fernández.

El FIT-U, en una modesta elección, se ubicó en quinto lugar, consiguiendo un 2% de los votos, por delante del Nuevo MAS, que no alcanzó el 1% de los sufragios. La campaña del FIT-U se desarrolló fundamentalmente en los barrios, de la mano del activismo del Polo Obrero. El desenvolvimiento de actividades proselitistas (volanteadas, charlas, etc) tuvo lugar en los barrios más postergados de la localidad. Como saldo se configuró un cuadro de estructuración partidaria en los barrios, con grandes posibilidades de desarrollarse. Con esta elección, se abre en Río Negro una maratón electoral donde el FIT-U deberá afrontar elecciones provinciales el 16 de abril, las Paso nacionales y generales nacionales, además de las elecciones locales en Bariloche, que se realizarán en septiembre.

La elección roquense no pudo ocultar el crecimiento de la pobreza, la desocupación y el deterioro en general de la calidad de vida de las y los trabajadores de la ciudad y de la provincia. Fuera todos los políticos capitalistas, seguimos en la lucha.

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