Políticas
25/11/2024
Las fracturas (no hidráulicas) en Neuquén
Afloran grietas por doquier en el régimen y los aparatos patronales.
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La crisis en los partidos patronales.
El reciente estallido de la crisis entre el gobernador, Rolando Figueroa, y su vice y presidenta de la Legislatura, Gloria Ruiz, pone a tono a la coalición gobernante con las fracturas políticas de todo tipo que ocurren en las fuerzas políticas patronales.
En el caso de los libertarios, la representación política de cuatro diputados electos en las elecciones provinciales de abril del año 2023 por Cumplir (partido pro Milei), apenas a un mes de asumido el gobierno nacional, se ha escindido en dos bloques distintos. La fractura incluyó acusaciones cruzadas por escuchas telefónicas de un lado y acusaciones de violencia de género por el otro.
Por un lado, un bloque de tres diputados se apegó al “neuquinizate” del gobernador, y por el otro, la diputada Brenda Buchiniz, apoderada a su vez de Cumplir en Neuquén y que se autoadjudica la real representación del presidente.
Pero ni bien se iniciaron las trenzas de cara a la elecciones nacionales del año que viene, la secretaria general de la presidencia y hermana del presidente Milei generó una nueva fractura en la disputa por la constitución de la LLA en el distrito neuquino y su inscripción en la Justicia Electoral Federal. Con la diputada nacional Nadia Márquez a la cabeza se está constituyendo el partido con denominación LLA.
Por otro lado, los tres diputados escindidos y “neuquinizados” se han unido al excandidato a gobernador por el mileísmo en Neuquén, Carlos Eguía (que luego se fue denunciando compras de candidaturas por parte de Milei), y han inscripto “Fuerza Libertaria” de cara al 2025. Un partido “abierto a todos, menos a oportunistas y traidores”, dicen.
Los peronistas y el macrismo
El peronismo neuquino, con solo tres diputados provinciales, vive a su vez sus propias fracturas. El bloque del PJ local se alineó tras la postulación de CFK para la presidencia del PJ nacional. Pero todo un sector del mismo está sumado al gobierno del gobernador Rolando Figueroa (desde la exdiputada nacional Tanya Bertoldi hasta el Movimiento Evita).
El macrismo se perfila dividido entre candidateables hacia el 2025 ligados a Patricia Bullrich, como el exfuncionario de Milei, Francisco Sánchez, los macristas más rancios del PRO ligados a Rodríguez Larreta o abiertamente a Milei (como su presidente, Marcelo Bermúdez).
En esta franja derechista juegan también los radicales, que están en abierta dispersión.
El MPN y su astilla “neuquinizante”
El partido que gobernó durante 60 años la provincia en forma hegemónica, y que perdió las elecciones provinciales del año 2023 a manos de un “ex”, prácticamente ha sido borrado de las bancas nacionales.
Solo queda como un registro del pasado el diputado Osvaldo Llancafilo, que no ha ocultado su acercamiento al gobernador de Neuquén.
Del otrora MPN, que tenía dos diputados nacionales y dos senadores y que con el finado Guillermo Pereyra (pope por décadas del sindicato petrolero) llegó a presidir la Comisión de Energía del Senado, ya no quedan más que residuos.
Incluso no descolla una candidatura que pueda tener chances de renovar la banca en diputados del Congreso. Su única figura candidataeable es el actual intendente de la capital, Mariano Gaido (un incondicional hasta ahora del gobernador Figueroa), que ha dicho que su aspiración es el municipio. El otrora jefe a la luz pública o entre bambalinas, Jorge Sapag, prefiere no exhibirse mucho luego de la derrota de su partido ante el actual gobernador.
Pero la “astilla” tiene su propios problemas. El más grave y reciente es la ruptura política abierta y sin anestesia con su vicegobernadora que puede implicar que ésta sea eyectada del gobierno. Pero no es la única.
Por eso ha buscado lo que él denomina “la gobernanza”, un armado de pactos y trenzas con intendentes, referentes de otros partidos y con las burocracias sindicales. Todo aceitado por la caja superavitaria del fisco provincial.
La gobernanza con pacto escrito
A inicios de su mandato, el gobernador Figueroa le juntó la cabeza a la mayor parte de las y los intendentes y firmó con ellos un pacto de gobernanza a semejanza del caído en el olvido pacto de Mayo que impulsó Milei.
Según palabra de la ministra de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres, Julieta Corroza (del riñón del gobernador), el pacto tiene como objetivo “intentar que las medidas de Nación tengan el menor impacto posible en la provincia”.
Ese pacto liberó las manos a los gobiernos locales a subir impuestos, crear tasas y suplir con mayor recaudación a costa del bolsillo de los vecinos lo que la motosierra de Milei le recortó como fondos de Nación a la provincia, y que la provincia le recortó como fondos coparticipables a los municipios.
Para eso se comprometen a una “mayor autonomía fiscal, a partir del incremento de la recaudación propia”, para lo cual “la Provincia y los gobiernos locales se comprometen a aunar sus esfuerzos para lograr el equilibrio de sus finanzas públicas, manteniendo el nivel de sus gastos en relación con la evolución de sus recursos”.
Y la orientación la reafirma el punto 2: aprobar el aumento de 6 puntos de los Aportes Obreros al Issn (Caja Previsional y Obra Social) de Neuquén.
La gobernanza de las burocracias
Un capítulo muy particular de la gobernanza es la integración a los objetivos del pacto por parte de las burocracias sindicales.
Por ejemplo la firma de los acuerdos salariales, impuestos con métodos patoteriles y antidemocráticos en ATE y Aten, fue saludado por el gobierno como un aporte a “la gobernanza”. Pero también se verifica en los gremios claves que operan sobre Vaca Muerta.
Hace una semana, con la presencia de dirigentes nacionales de la Uocra, se firmó un acta de garantía de “paz social” con las patronales. Bajo una gran foto con el “Batallón 601” Martínez, el ministro de Trabajo y Desarrollo Laboral, Lucas Castelli, dijo: “este acuerdo garantizará el consenso en todas las áreas de trabajo donde está presente la Uocra, brindará tranquilidad a las empresas”.
Este acta pretende poner fin a las disputas territoriales, tras años de enfrentamientos armados con heridos de bala por peleas entre fracciones rivales del sindicato al interior de los yacimientos. Se hizo un pacto de reparto de las zonas de influencia entre los distintos caciques locales: Juan Carlos Levi, Víctor Carbar, Juan Acsama, Natalio Benavídez y Cesar Godoy. Se delinearon límites: Añelo, San Patricio del Chañar y Rincón de los Sauces, donde cada “delegado” ejerce su poder de coacción y negocios.
Cuando ni se había terminado de firmar el pacto de “paz social” con las empresas el mismo sindicato anunció que hay 2.000 obreros de las construcción cuyos empleos penden de un hilo.
Con el otro sindicato que actúa en los yacimientos, el sindicato petrolero, no hay que pactar con varios “referentes”; la conducción monolítica la tiene su secretario general, Marcelo Rucci, que es una garantía de la “gobernanza” para las empresas y para el gobierno.
El gobernador se ilusiona con que un papel puede modificar la jugosa trama de sobres bajo la mesa que se disputan las burocracias sindicales. Bastará un nuevo pleito, o que se concreten despidos o nuevos asesinatos laborales ante la “motosierra” patronal por la menor actividad económica general, que incluye a los yacimientos, para que la realidad de un régimen en decadencia vuelva a manifestarse en toda su magnitud.
La clase obrera debe tomar nota de que lo que se denomina “paz social” es la paz de los explotadores, no la paz de los hogares asalariados. En nuestros hogares bajo la línea de pobreza (por encima de ella a costa de jornadas de 12 o 14 horas por día), hierve el descontento. Es tarea del activismo y en especial de la izquierda clasista transformar ese descontento en organización y rebelión consciente.