La conspiración de las petroleras y el gobierno se hace más intragable ante la denuncia del propio Kirchner de que las mismas empresas que lo extorsionan han obtenido ganancias siderales.

Según el Presidente de la Nación, le ha concedido graciosamente un brutal tarifazo a un sector que, sólo en el caso de Repsol, ha reconocido públicamente (el resto está tan tapado como los pozos) 2.600 millones de pesos de ganancias en el 2003.

Es el mismo sector que, en el mismo año, exportó sólo a los países del Mercosur combustibles y energía por un total de 1.052 millones de pesos, de los cuales 282 millones corresponden al gas.

Es el mismo grupo de capitalistas al que el gobierno amenaza vanamente con subirles las retenciones un 10 por ciento porque se han propuesto volver a aumentar las naftas, como consecuencia de que el barril de crudo de petróleo, con un precio de 40 dólares, ha llevado el precio del petróleo por las nubes. El gobierno pretende evitar un aumento del 5 por ciento, en un rubro en el que los incrementos ya superaron el 150 por ciento desde el fin de la convertibilidad.