Las manzaneras de Duhalde y la lucha por organizar a los desocupados
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Los distritos de Merlo y Moreno (junto a Florencio Varela) son los más pobres del conurbano bonaerense. Los altos índices de desocupación y pobreza han transformado la fisonomía de nuestros distritos, ayer considerados ‘ciudades dormitorios’. Hoy son ciudades de desocupados.
Esta realidad explica la gigantesca actividad montada por el aparato duhaldista en torno a las manzaneras y la proliferación de Unidades Básicas en todas las barriadas. Cada una de estas organizaciones agrupa entre 250 y 500 afiliados (para recibir la caja de comida hay que estar afiliado al PJ). La cantidad de familias que reciben las cajas de alimentos puede trepar a las 80.000, lo que significa que la mitad de la población está desocupada o tiene trabajos precarios.
El duhaldismo dividido
Aunque las elecciones internas del pasado 29 de junio pusieron en evidencia la cantidad de fracciones políticas en las que se encuentra dividido el duhaldismo, las intendencias arrasaron con sus ‘opositores’, dejando bien claro que quien tiene en sus manos el aparato es el que ‘gana’. Durante las últimas semanas, la inauguración de obras fue acompañada por grandes actos en los barrios, que en muchos casos fueron repudiados por la población (en Los Aromos, Libertad, el acto de inauguración de una escuela fue apedreado por un grupo de vecinos).
El asistencialismo se redobló, la caja de comida por el voto en la interna y la afiliación inflaron una realidad que no es la que se vive en las calles de nuestras barriadas. La gigantesca movilización de autos, remises y colectivos para garantizar la elección interna sólo indica que el duhaldismo no tiene el apoyo incondicional de los explotados.
La organización de los desocupados
Las expresiones de descontento se suman a las limitaciones que muestra el trabajo ‘social’ de las manzaneras, las cuales no se pueden organizar fuera del PJ, reparten una caja de comida que no cubre las necesidades elementales y sólo se entrega a familias con hijos menores de 6 años, a ancianos y desocupados afiliados al partido; en el caso de las familias numerosas se entrega un kilo de azúcar, yerba, fideos, arroz y leche por hijo al mes. Las manzaneras son ellas mismas desocupadas y reciben las mismas cajas de comidas que el resto de los vecinos.
La organización de las manzaneras se ha ramificado en la mayoría de las barriadas obreras del Gran Buenos Aires. Su acción ha permitido contener, por ahora y sólo por ahora, la reacción popular contra el hambre, que se profundiza, pese al reparto de cajas de comida. El seguro al desocupado de 500 pesos, la lucha por el trabajo de la mano de la lucha salarial, en cambio, es la organización consciente de los explotados contra el hambre.
El rol del partido en este proceso es fundamental; los locales deben jugar el rol de organizadores, armando política y programáticamente esta importante lucha y en la perspectiva de fundar una gran organización de desocupados contra el hambre y por trabajo, y seguro al desocupado de 500 pesos a partir de los 16 años.