En la Ciudad de Buenos Aires, los resultados fueron menos sorpresivos que a nivel nacional. Sin embargo, hay varios elementos a tomar en cuenta para la etapa que se viene. Las últimas 48 horas de la elección pusieron de relieve la desesperación de Horacio Rodríguez Larreta para disputar un voto derechista con su rival Bullrich y con Milei. Esto lo llevó a armar una provocación contra una actividad de Rebelión Popular y de “Votamos Luchar”, que terminó con un acto de brutalidad policial que se llevó la vida del militante Facundo Molares el último día de campaña.

Bullrich le ganó “de visitante” la interna a Larreta. Juntos por el Cambio sumó el 48,3% de los votos, defendiendo de forma contundente su bastión. Lo siguió una magra elección de Unión por la Patria con el 23,5% de los votos, casi 10 puntos menos que en las paso de 2019, y 240.000 votos menos.

La buena elección de Milei fue, sin embargo, menos contundente que en el resto del país. Quedó en tercer lugar con un 17,8% de los votos, creció menos de 4 puntos, en relación con las Paso 2021.

Por su parte, la elección desdoblada para Jefe de Gobierno y cargos locales le dio el triunfo en la interna al impugnado Jorge Macri. Sumados, los candidatos de JxC obtuvieron el 55,9% de los votos. Bastante atrás se ubicó Santoro con el 22,2%. Marra, el ladero de Milei, cosechó el 12,9% incluso por debajo de su performance en 2021.

La campaña de los partidos patronales en la Ciudad estuvo marcada por una profundización de sus orientaciones derechistas. Jorge Macri inició su campaña planteando la necesidad de echar a quienes “viven” en los cajeros automáticos; Lousteau planteó un recurso xenófobo y racistas para la salud, dándole “prioridad” a los porteños, como si esta ciudad no viviera del trabajo diario de casi 3 millones de trabajadores que entran del conurbano; Santoro defendió una ley de alquileres más regresiva y promercado, se posicionó en defensa de las taser y planteó “moderadores” para los piquetes; Marra volvió a insistir en planteos represivos para quienes se movilicen.

Todos coincidieron en desviar a la población de la atención sobre sus responsabilidades frente al hambre, la falta de trabajo y la inflación, demonizando a docentes, trabajadores del subte y, en particular, a piqueteros, a quienes han transformado en una mala palabra. Sobre el final de la campaña, colocaron la cuestión de la reforma del Código urbanístico y los alquileres, temas que estuvieron en el centro de la preocupación de vecinos de la zona norte.

La campaña y la elección del Frente de Izquierda

La campaña que el Partido Obrero realizó en la Ciudad de Buenos Aires tuvo como puntos fuertes abordar problemáticas que el resto de los candidatos ignoraron. Como ningún otro espacio abordamos el tema de la inseguridad, que se encuentra a la cabeza de la preocupación de los vecinos de las barriadas más postergadas. Colocamos la necesidad de poner en pie el hospital de Lugano de una vez por todas, promesa que desde 1986 ningún gobierno concretó. Denunciamos que los chicos se quedaban sin clases por la desinversión e infraestructura y por la falta de designación de docentes en el nivel medio y primario, realizamos un encuentro de salud mental para abordar un tema totalmente delicado, que está también en la preocupación central de la población especialmente en lo que respecta a la falta de acceso a la atención para adolescentes y la ausencia de equipos en los colegios. Tomamos fundamentalmente la cuestión de la vivienda, tanto para los que no pueden acceder a alquileres como a los que viven en villas en condiciones cada vez más precarias, como la destrucción de los barrios de la mano del Código urbanístico. También en la salud pusimos el centro en los reclamos, tanto de enfermeros como de residentes y concurrentes, en lo que hace a las condiciones de trabajo, la falta de insumos y los magros salarios. Un punto fuerte de la campaña fue la defensa de los derechos de los migrantes, lo que valió una fuerte elección en las mesas extranjeras.

El Frente de Izquierda conquistó el 4,6% en la categoría presidencial (contra el 3,9% de 2019). En relación a la categoría de Jefe de Gobierno, Vanina Biasi encabezará la lista para las definitivas de octubre. La votación tuvo puntos altos en las comunas más empobrecidas de la Ciudad, como la 8 (Lugano, Soldati, Villa Riachuelo), la 4 (La Boca, Barracas, Patricios y Pompeya) y la Villa 31. También en las comunas del centro de la Ciudad, tradicionalmente con buenas votaciones para la izquierda. Los guarismos crecen fuertemente en las mesas migrantes, alcanzando el 16,3% en Soldati o 14,5% en la Villa 31, por dar algunos ejemplos.

Nuestro triunfo en la Ciudad fue interesante: la candidatura de Vanina no era conocida, aunque la impugnación a la candidatura de Jorge Macri permitió romper en parte esa característica. Sin embargo, lo que permitió llegar a los 46 mil votos que arrancamos fue sobre la base de una militancia con mucha presencia en cada lucha que se desarrolla en la Ciudad, mientras que nuestros competidores en la interna del FIT-U apelaron exclusivamente a que el reconocimiento público que tiene Bregman en el distrito que más la sigue arrastrara en su favor el cargo de Jefe de gobierno, algo que no lograron.

Ganamos por militancia no por marketing y ese triunfo va a servir para fortalecer lo que hay que afrontar en la próxima etapa, que solo puede ser derrotado con la militancia de carne y hueso en cada barrio, lugar de trabajo y estudio.

Lo que viene

Afrontaremos la próxima etapa con la autoridad de haber sido la corriente que denunció el peligro de Milei desde el minuto uno. El PJ y el kirchnerismo fueron cómplices necesarios de gran parte de la política del macrismo/larretismo, votándole leyes fundamentales como la venta de tierras o la creación de la Policía de la Ciudad, o a través de los sindicatos que dirigen votándole paritarias a la baja.

En este escenario, desde el FIT-U apostamos al ingreso de “Cele” Fierro como primera legisladora y a crecer para obtener un segundo legislador que de concretarse sería Alejandro Lipcovich, militante del PO y delegado del Garrahan.

El crecimiento la izquierda es el único voto útil para enfrentar lo que viene. Para enfrentar a los Macri, los Milei o los Massa, profundizaremos nuestra organización militante, convocando a los luchadores y activistas a reunirse en asambleas, a movilizarse en las calles, a recuperar sindicatos y centros de estudiantes, para que sean los verdaderos bastiones de la lucha contra la derecha. Nuestra campaña de cara a octubre comienza con estos planteos.

https://prensaobrera.com/politicas/a-donde-va-la-argentina-luego-del-triunfo-de-milei-y-la-devaluacion-de-massa-y-el-fmi