En Exaltación de la Cruz dimos un primer paso de carácter histórico colocando en la batalla electoral la primera lista local del Frente de Izquierda Unidad. Nuestro primer desafío era superar las Paso y lo logramos, con un 3,41% de los votos nos colocamos como la cuarta fuerza política del distrito y en noviembre vamos por el mejor resultado electoral de la izquierda.

Párrafo aparte merece la excelente elección del FIT-U en las mesas de votantes extranjeros obtuvimos el 8% de los votos, dando cuenta que muchos extranjeros residentes valoran las propuestas de la izquierda y reconocen al FIT-U como la fuerza política que más claramente defiende sus intereses y se planta contra la discriminación y la xenofobia. Ello a pesar que de los 2.000 migrantes habilitados para votar solo lo hicieron 500, dado que tenían que trasladarse a una escuela ubicada en un barrio periférico de Capilla del Señor, con colectivos que circulaban cada dos horas en un distrito semirrural donde muchos migrantes residen en zonas muy alejadas.

El FdT local, una alianza entre el partido vecinal Defensa Comunal y las distintas variantes peronistas, que gobierna el distrito, salió derrotado en las Paso a pesar que su candidato resultó el más votado considerando que el oficialismo no tuvo internas.

La derecha de Juntos, sumados los votos de su interna, logró imponerse por amplio margen, aunque está por verse si en noviembre podrá contener a todos los votantes luego de una campaña plagada de acusaciones cruzadas entre las distintas camarillas que llevaron a Santilli o a Manes como cabezas de las cinco listas que disputaron la interna.

El candidato mejor posicionado resultó ser el actual concejal de Cambiemos, Raúl Sancho, quien se borró de la escena política luego de la derrota de Vidal en 2019. Sancho buscó capitalizar la bronca con un discurso “desmacrizado” y con políticas oportunistas impulsadas por su bloque en el Concejo Deliberante. Lo cierto es que ninguna de sus propuestas podría satisfacer alguna de las demandas populares.

Las fuerzas políticas mayoritarias coinciden a nivel local en la defensa de los intereses de los sectores económicos dominantes: el agro, los especuladores del negocio inmobiliario y los principales capitalistas instalados en la zona. También coinciden en su intento de municipalizar el debate electoral, unos para no ser arrastrados por la bronca con el gobierno nacional y los otros apelando a la amnesia social que los separe del pasado reciente del desastroso gobierno de Macri y Vidal.

En medio del marasmo social y la búsqueda de un salvador que no provenga de la política tradicional, la derecha recalcitrante y retrógrada de Espert, con un falso discurso antisistema, se ubica como tercera fuerza electoral.

De cara a noviembre, nuestro desafío consiste en colocar en el debate las demandas populares largamente postergadas. Trabajo genuino, pase a planta de todos los trabajadores precarizados, plan de viviendas, urbanización de los barrios, transporte público que garantice el derecho a circular, ponerle fin a las fumigaciones con agrotóxicos y una larga lista de reivindicaciones.

Asimismo tenemos el desafío de advertir a los trabajadores ocupados y desocupados que ninguna de las variantes patronales puede ofrecer una salida a la crisis en la que estamos sumergidos. Ni el Frente de Todos, ni la derecha de Juntos o Espert son alternativas para los trabajadores, las mujeres y la juventud.

También haremos un permanente llamado a los trabajadores que decidieron manifestar su bronca no yendo a votar, porque consideramos que el voto a la izquierda es lo que más le duele al poder.

Por eso vamos a impulsar con todo la campaña del Frente de Izquierda Unidad, para colocar en el parlamento nacional, en el provincial y en el Concejo Deliberante a los luchadores que sabrán defender los intereses de los trabajadores, ocupados y desocupados, de los migrantes, y de las mayorías laboriosas del distrito y del país, como lo venimos haciendo en las calles impulsando y acompañando todas las luchas de nuestra clase, de los explotados y los oprimidos por este orden social capitalista en crisis.