Políticas
18/10/2016
Las preguntas tramposas de Aprender 2016
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@tomaseps
La revelación de algunas de las preguntas de la evaluación de Aprender 2016 ha profundizado el rechazo de docentes, estudiantes y padres al operativo antieducativo del macrismo.
Las preguntas confirman la voluntad de cargar la crisis educativa en la cuenta de los docentes. En el extremo de esta tendencia, se incorporan preguntas como “¿Los maestros y maestras se enojan con ustedes?”, que cuenta como respuestas posibles “1.Muchas veces, 2.Algunas veces, 3.Casi nunca”.
La operación pérfida de colocar a los propios estudiantes contra los docentes es motorizada por un gobierno que abona salarios de miseria a la docencia, que es incapaz de resolver la crisis edilicia generalizada y que ha presentado un presupuesto de ajuste para la educación.
“Capacidades”
La docencia ha expresado numerosas críticas al carácter estandarizado del cuestionario. Lo cierto es que este, con un formato de multiple choice, no tiene por fin último una evaluación integral de la educación de los jóvenes, sino aquellas “capacidades” que sean de interés para las empresas a la hora de contratar personal.
Es lo que manifestó Esteban Bullrich luego del relevo de estas necesidades empresariales en el informe “Demanda de Capacidades 2020”: “Necesitamos capacitar para el trabajo (…) Debemos dedicarnos a escuchar a la gente que genera empleo para ver qué tenemos que hacer nosotros en el sistema educativo”.
Discriminación
“El Gobierno anunció que luego del operativo pondrá en marcha las llamadas ‘Becas Compromiso’, destinadas a los alumnos que deseen seguir una carrera docente. Aseguraron que consistiría en ‘un incentivo económico de jerarquía’, pero que para obtenerla era necesario sacar ‘buenas notas en el Operativo Aprender’“. Con este fin, se incorpora en el examen una pregunta sobre la vocación docente de los estudiantes de 5° año.
La “selección del más apto” en el caso de los alumnos va a tono con el rumor de que se establecerán, luego del operativo, un ranking de escuelas, beneficiándose con mayor presupuesto a las que obtengan puestos más altos. El operativo traería, de esta manera, un sistema de premios y castigos sobre alumnos, docentes e instituciones educativos, que profundizaría las desigualdades en el reparto de un presupuesto ya de por sí miserable.
Por motivos evidentes, la premiación a los alumnos con mayores notas se contradice de forma flagrante con el supuesto anonimato del examen: es imposible becar a un incógnito.
El dudoso anonimato, a su turno, pone en cuestión la motivación de preguntas ajenas a la cuestión educativa y con un marcado tinte discriminatorio, tales como “¿Alguien en tu casa es descendiente de pueblos indígenas?” o “¿Cuántas habitaciones tiene la casa en que vivís?”.
Preguntas y respuestas
El cuestionario ha confirmado la orientación reaccionaria del operativo, cuyos fines son los de culpar y castigar a estudiantes y docentes por la crisis educativa, adaptar la educación a las necesidades de los capitalistas y allanar el camino a reformas privatistas.
Es lo que está en la base del rechazo creciente de los docentes, estudiantes y padres, que con su movilización invierten la evaluación y reprueban al poder político, responsable de la debacle educativa.
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