Los cortes de luz ​en el​ conurbano son un ​chantaje descarado de las privatizadas para forzar ​los tarifazos en​ la “post pandemia”.​ En un informe a la Bolsa y a la Comisión Nacional de Valores (CNV) Edesur y Edenor​ declaran haber recortado sus​ inversiones en un​ 50%​ a causa del congelamiento de las tarifas. Teniendo en cuenta que la “pérdidas” invocadas se refieren al balance del primer trimestre​ del 2020 (​comienzo de la pandemia) los cortes y el deterioro del mantenimiento de la red eléctrica va a agravarse, paralizando el servicio. El resultado es un sistema eléctrico bonaerense vaciado por los capitalistas. ​

Las distribuidoras eléctricas, que exigen​ un nuevo cuadro​ tarifario, son las mismas​ que se beneficiaron con las ganancias monopólicas extraordinarias​ y tarifazos​ de hasta un​ 3200%​ con Vidal y el régimen macrista. Estos pulpos​ pasaron a la “acción directa” con​ cortes de luz​ masivos para imponer nuevos aumentos en la emergencia. Las interrupciones diarias del servicio​, los apagones y ” cortes programados” obedecen a una estrategia de lockout patronal​ que tiene como​ rehenes cautivos a los trabajadores. Los “nacionales y populares” han preservado un sistema que tiene a Edesur, Edenor y Edelap como monopolios dominantes del ​mercado eléctrico en la zona AMBA.​
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Los cortes de luz​ ​en la provincia de Buenos Aires son​ aún más ​insostenibles​ en​ la pandemia. Kicillof les deja la zona liberada a los pulpos eléctricos que paralizan este “servicio esencial” para arrancar mayores concesiones, subsidios del estado y autorización para nuevos tarifazos.​ La resistencia a esta huelga de inversiones y sabotaje patronal no viene de un peronismo impotente que preserva las privatizaciones sino de las asambleas y​ piquetes de vecinos que salen a la calle en distintos municipios​ para reclamar​ por luz y agua. En los límites de La Plata con Ensenada y Berisso​ se suceden las quemas de goma y piquetes​ contra la ladrona Edelap, que tiene una larga historia de saqueo y corrupción en la ciudad.

Un movimiento popular contra las privatizadas

Las protestas callejeras contra los pulpos eléctricos demuestran que sin luz y agua tampoco hay cuarentena. Está en curso un movimiento popular de máxima atención para toda la clase obrera que pone a Edesur y a todas las privatizadas en la mira. Bajo la presión de los piquetes y protestas los intendentes del Frente de Todos de Almirante Brown y Quilmes tuvieron que llevar sus quejas al Ente Nacional de Regulación​ Eléctrica (Enre). ​En las condiciones de​ crecimiento exponencial de la pandemia la falta de luz y agua es una bomba de tiempo y​ un polvorín social en el Gran Buenos Aires. En esta puja entran también los jefes comunales que​ acumularon en conjunto deudas por 3.000 millones de pesos​ por​ mora en el pago de servicio eléctrico.​ La principal demanda de los intendentes es lograr​ la condonación de estas deudas millonarias, o que en su defecto ​sean asumidas por el gobierno provincial. Un reclamo que está cuestionado porque choca con el cuadro de bancarrota y crisis financiera del estado bonaerense cuya prioridad es el pago de la deuda externa​ usurera y las garantías de ajuste para nuevos endeudamientos.

La gravedad del default eléctrico​ es hoy uno de los epicentros de la crisis política provincial. La bancada del Frente de Todos​ acusó a Edesur de vaciar el sistema eléctrico,​ y​ fue el propio gobernador Axel Kicillof​ quien tildó a esta empresa de proveer un​ servicio deficiente a pesar de las enormes ganancias​ acumuladas durante el gobierno de Vidal.​ Sin embargo, tal como sucede con Edelap , responsable de haber dejado el año pasado a 100.000 usuarios platenses sin luz durante varios días ,​la vaciadora Edesur sigue operando con total impunidad. En diciembre Kicillof anunció una ” revisión” de los contratos que nunca se ejecutó. La oleada de cortes deliberados es un indicador claro de que las privatizadas le han tomado el tiempo al relato kirchnerista y avanzan a expensas de la cobardía del gobierno provincial.

​La crisis y vaciamiento del sistema eléctrico no la debemos pagar los trabajadores. ​La estatización​ bajo control obrero y​ sin ​pago​ de Edesur, Edenor y Edelap hace a un plan económico de los trabajadores y es una​ necesidad vital​ en las condiciones críticas de la pandemia.​ ¡Ningún tarifazo! ¡Qué se abran los libros de Edesur, Edenor y Edelap! ¡Apoyo a los piquetes​ y asambleas de vecinos contra los vaciadores del sistema eléctrico! Organicemos comisiones de vecinos para votar un programa y un plan de lucha en todas las zonas afectadas.

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