Políticas

14/7/1994|423

Las propuestas del FUT desenmascaran a la constituyente de Santa Cruz

El país está viviendo, no una, sino dos experiencias constitucionales. La más difundida tiene por escenario a Paraná y a Santa Fe, donde al igual que en varias provincias que asisten a procesos reformistas (en especial Buenos Aires), el espectáculo es la puja entre diferentes partidos patronales y pequeñoburgueses para probar ante la burguesía quién de ellos es el más servil y, ante la opinión pública en general, quién es el que despliega una mayor capacidad para engatuzarla y engañarla. En esos escenarios existe una total coincidencia entre los convencionales para votarse para sí mismos abultadas dietas; aceptar las reelecciones presidenciales, inmediatas o no; evitar que se plantee la defensa de los salarios y de las jubilaciones, o que se ponga un límite real a la superexplotación o a la constante represión al derecho de huelga; autorizar la liquidación de las Cajas provinciales y de la educación y la salud (estas últimas mediante la transferencia a las provincias, o el encubrimiento o respaldo a la educación privada —cínicamente rebautizada como “escuelas públicas de gestión privada”); aceptar convertir a Argentina en una enorme “zona franca”, donde no rija la legislación laboral, pero sí el lavado de “narcodólares”; en fin, aceptar el “lobby” del clero y de la embajada norteamericana, los cuales reclaman otorgarle “status” constitucional a los tratados internacionales, lo que permitiría penalizar el derecho al aborto para los unos, y violar la soberanía nacional para los unos y los otros.


El otro escenario es Santa Cruz, donde también dominan los “pactistas”, como en el resto del país; donde también se han votado elevadísimas “dietas”; donde su gobernador y señora esposa, los Kirchner (más conocidos por aquellos pagos como el Lupin y la Lupina), trafican sus votos en el Litoral a cambio de ventajas para sus negocios en Santa Cruz; en fin, donde también están en el poder los representantes de los explotadores y de la entrega de la Nación.


Pero en Santa Cruz está el Frente Unidad Trabajadora, el FUT, que ha logrado la elección de dos convencionales, Miguel Del Plá y Ricardo Mercado; que está sometiendo a una crítica y denuncia implacables a los traficantes del PJ y de la UCR, algo que la prensa y los medios de comunicación de la provincia no pueden evitar difundir. El FUT está realizando la primera experiencia en Argentina de utilización socialista del parlamentarismo burgués —que es precisamente uno de los aspectos en que más ha fracasado el Mas-Mst cuando contó con Luis Zamora, elegido por Izquierda Unida.


En función de este propósito declarado, proclamado y gritado, de desenmascarar a los políticos patronales y a los explotadores, y de permitir a través de este trabajo la organización política conciente e independiente de los explotados; en función de esto, el bloque de convencionales del FUT presentó un conjunto de proyectos que los lectores podrán apreciar en las notas que reproducimos (así como su reproducción por la prensa provincial). Exigencia de que el salario de los parlamentarios no supere, por todo concepto, los 1.200 pesos (costo de la canasta familiar); salario y jubilación mínimos iguales a esa canasta; prohibición de la reelección y de los decretos de “necesidad”, así como de cualquier tipo de veto, por parte del poder ejecutivo; prohibición de entregar las Cajas Provinciales y afiliación a ellas de todos los trabajadores privados y públicos; jubilación a los 50 y 54 años con el 82% móvil; aporte patronal exclusivo y control obrero de las Cajas; elegibilidad y revocabilidad de todas las funciones públicas, incluidas las judiciales, policiales y administrativas; confiscación, bajo control obrero, de los pulpos que se han apropiado de las riquezas energéticas; control obrero y apertura de las cuentas del Banco Provincial; prohibición de intervenir los municipios, seguridad de su financiamiento y control de los trabajadores sobre sus ingresos y gastos.


Qué contraste con la cobarde y deslucida actuación del Frente Grande en Santa Fe, Paraná o La Plata. Ahora vendrá, en Santa Cruz, el debate de los temas en las comisiones y plenarios. Estamos seguros que alcanzará con dos convencionales para desenmascarar los intereses de clase y la hipocresía de las varias decenas de lupines y lupinas del PJ y de la UCR, y ayudar a través de esta labor a la organización y conciencia de las masas trabajadoras.