Ley de enganche: ¿“Privilegio” o última defensa?

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Los artículos 43 y 69 de la “Ley de Emergencia Económica” derogan una importante conquista de los empleados judiciales y legislativos del país y de la mayoría de los empleados públicos nacionales y provinciales: la Ley de Enganche. En este rubro la “emergencia” no se limita a “suspensiones temporarias” en nombre de los “derechos adquiridos” por los ladrones de subsidios. ¡Al final, bajo el capitalismo el trabajador no va a ser medido con la misma vara!
La ley de enganche relaciona los cambios de sueldos de estos sectores con los de la Corte Suprema, que por el art. 96 de la Constitución no deben perder su valor adquisitivo. El enganche no significa otra cosa que el ajuste del salario a la inflación. El "enganche” viene del 62. Fue derogado por la dictadura de Onganía, repuesto bajo el peronismo, vuelto a derogar por Videla, y vuelto a aplicar por Bignone para garantizar el salario de los militares bajo el gobierno constitucional. La “emergencia” de Menem excluye del “desenganche” a los militares. El gobierno “democrático” de Alfonsín intentó tirar abajo el enganche que no prosperó debido a las grandes luchas de los judiciales durante el 84 y 85.
Ahora Menem
La consigna de Menem es terminar con los privilegios, un verso archirepetido por los Videla y los Alfonsín. Basta con una ojeada al gabinete justicialista para ver el grado de cinismo que encierra este slogan.
Para los patrones las conquistas que los trabajadores alcanzaron con la lucha son “privilegios". Así destruyeron la Ley de Estabilidad Bancaria y el Estatuto de Prensa. Ahora viene el "desenganche". En cambio los subsidios, las coimas, la promoción industrial, no son otra cosa que “estímulos legítimos"
Preparemos la resistencia
El 19 de julio se realizó una asamblea de más de mil trabajadores en el Congreso, que repudiaron la derogación del enganche y plantearon su no aplicación. En Judiciales la posición de Alonso, secretario de la UEJN, es tolerar el “desenganche”, hasta las paritarias de 1990, como si éstas por otra parte pudieran derogar una ley. Por el contrario la votación de los cuerpos de delegados de distintos fueros ha sido empezar la lucha por la no derogación del enganche. En el Fuero Laboral se aprobó sacar una solicitada y realizar una marcha al Congreso. Para el viernes 28 se ha convocado un plenario nacional de delegados judiciales.
Es necesario, con todo, algo más firme y decisivo: un plan de lucha, un plan de lucha en serio, en Asambleas en todos los fueros y una Asamblea general del gremio. Al mismo tiempo es necesario coordinar con los demás compañeros afectados (Pe.Ci.FA, Tribunal de Cuentas, empleados del Congreso, etc.), y con los sindicatos de estatales de todas las provincias incluidos en este régimen. Hay que rechazar de plano la tesis de la burocracia de que la posibilidad de mantener esta conquista depende de no “mezclar" a los judiciales con el conjunto de los trabajadores.