Políticas

29/8/2013|1283

Ley de medios: los K, con el clero

General Rodríguez

En las vísperas de la audiencia pública convocada por la Corte Suprema sobre la constitucionalidad de la ley de servicios de comunicación audiovisual, que tiene como viscerales contendientes a la "Corpo"-Clarín y a la "Korpo"-gobierno, el titular de la AFSCA (Sabbatella) recibió al arzobispo de Luján-Mercedes y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Argentina, Agustín Radrizzani.


En la reunión, el monseñor no se anduvo con vueltas, saludó fervorosamente la ley de medios K. Aunque la declaración, no es gratuita: "Radrizzani presentó diferentes inquietudes con respecto a las radios y canales de televisión de la Iglesia y se acordó una metodología de trabajo para solucionar algunas cuestiones pendientes" (El Civismo de Luján, 27/8).


El purpurado pidió "que se garantice una participación plural y se evite cualquier manipulación de la información" (ídem). Aunque el obispo subordinó esto a que se defienda "los valores de nuestro ser nacional y de nuestras raíces cristianas".


Por su parte, Sabbatella explicó que "todos valoramos el compromiso de la Iglesia con la libertad de expresión, la pluralidad y la diversidad de voces". Nuevo desbarranque del progresismo K: van a "luchar" contra el monopolio de Magnetto, con las espadas del clero. La pseudo-democratización de la palabra, sólo ha estado al servicio de los Vila-Manzano, Telefónica, Cristóbal López y la burocracia sindical. Con la yapa reaccionaria del clericalismo, ya que la Iglesia ha sido una de las grandes beneficiarias de la ley K de medios.


Mientras tanto, miles de radios y canales comunitarias alternativas esperan tener acceso al "tercio" prometido del espectro, cuyos pliegos tienen costos siderales, inaccesibles. La única manera de "establecer la pluralidad de voces" es la intervención y organización independiente de los trabajadores de prensa, organizaciones políticas, culturales, sindicatos clasistas, etc. Si les quedaba algún resquicio de esperanza con la progresía K, miren cómo han terminado éstos, pegados al Vaticano.