La reglamentación de la Ley del Músico Nº 14.597 ha generado un extenso debate en todo el ámbito musical. Más allá de sus contradicciones, ha servido para desnudar la precaria situación laboral en que se encuentra nuestro sector. En los últimos años se ha transformado al músico en cuentapropista, monotributista, autónomo, o bien productor independiente. Todas las variantes de esta modalidad (y aun los que todavía conservan relación de dependencia) han pasado a sufrir trabajo en negro, contratos basura, o “coproducción”, que han empeorado nuestra situación ya que no tenemos la mas elemental cobertura social y lo que no es menor, los riesgos frente a cualquier accidente en nuestras actuaciones corren por nuestra cuenta.

 

Mientras la llamada ‘industria cultural’ amasa fabulosas ganancias (sólo en la ciudad de Buenos Aires la misma obtiene el 4% del ingreso bruto y ocupa al 6% de la población activa económicamente activa), hay migajas para los artistas y trabajadores de la cultura.

 

Con la ley… nada cambia. Por las precarias condiciones en las que hoy se desarrolla la actividad musical, su aplicación implicaría la marginación absoluta de los músicos independientes y el cierre de fuentes de trabajo para este sector, que incluye a más del 80% del total de los músicos.

 

El examen de “acreditación de idoneidad” le da poder al Estado para decidir quién toca y quién no; el cobro del examen hace recaer sobre nosotros un costo que de ningún modo nos corresponde. Y lo que es peor, deja sentada la posibilidad de proscripción de acuerdo al criterio de los “examinadores “ de turno.

 

Desde LuchArte, proponemos una nueva ley que contemple nuestros derechos y termine con el trabajo en negro.

 

• No a la matriculación proscriptiva.

 

• Trabajo en blanco para todos. No al trabajo en negro de los músicos.

 

• Impuestos especiales a las ganancias de las grandes productoras y monopolios privados de la música, el cine y el espectáculo para financiar la actividad musical en blanco en las pequeñas salas y centros culturales.

 

• Fuera los contratos basura.

 

• Que los Estados nacional, provinciales y municipales, sean los primeros en cumplir con los contratos estables y eventuales.

 

• No a los contratos de locación de obra.

 

• No al régimen autónomo ni de monotributo para los músicos.

 

• Jubilación y obra social para todos los músicos.

 

• Efectivización de los contratos precarios en las orquestas para una mayor estabilidad laboral.

 

• Cumplimiento irrestricto de los convenios (salarios y aportes) en los grandes teatros, estadios, salones de baile, bailantas, etc.

 

• Que los propietarios de los locales asuman las responsabilidades civiles y penales por la seguridad en ellos.

 

• Que las emisoras radiales y televisivas estatales, sean las primeras en cumplir con el pago de los derechos de autor e intérprete.

 

• Comisión investigadora de músicos independiente, que revise las cuentas de Sadaic y AADDI y que dé cuenta de porqué estas emisoras (Radio Nacional, de la Ciudad, Canal 7, etc.) hace años que no pagan un solo derecho.

 

• Llamado a una asamblea general de músicos que discuta un pliego de reivindicaciones y vote un plan de lucha a nivel nacional.