Tras 43 días de huelga de hambre, el Tribunal Oral Federal ordenó la excarcelación de Fernando Esteche y Raúl Lescano, dirigentes de Quebracho. Esteche y Lescano salieron de la cárcel para ir al hospital, dado que se encuentran en delicado estado de salud como consecuencia de la prolongada huelga de hambre que venían desarrollando por su liberación.

La detención de Esteche y Lescano era un escándalo jurídico. Se los acusa de la rotura de vidrios de un local de Sobisch en el marco de una protesta de su organización por el asesinato del docente Carlos Fuentealba. Esteche y Lescano han probado que se encontraban a decenas de kilómetros de donde sucedieron los hechos. Pero se los acusa de “autores intelectuales” porque son dirigentes de Quebracho.

Mientras Sobisch, el responsable del asesinato de Fuentealba, seguía en libertad, los que reclamaban contra su impunidad están encarcelados y procesados. Para la Justicia argentina, parece tener más valor un vidrio del local de Sobisch que la vida de un trabajador docente.

Esteche y Lescano reclamaban su derecho a permanecer en libertad a la espera de la realización del juicio.

En los días previos a su liberación, las condiciones de detención de Esteche y Lescano se habían endurecido. Se les negaba el derecho a recibir visitas políticas. Las autoridades del Penal de Ezeiza le negó a una delegación del Partido Obrero, integrada por Marcelo Ramal y Juan Ferro, el derecho a visitar a los presos y hacerles llegar nuestra solidaridad.

La liberación de Fernando Esteche y Raúl Lescano es una victoria de la lucha popular.