Tres militantes del Partido Obrero se encontraban realizando una pintada en el barrio de Liniers, cuando fueron detenidos por la Policía Federal. El hecho sucedió en la noche del jueves 3.

 

Un cuarto integrante del PO se hizo presente en el lugar y demandó de manera pacífica que detuviesen el apremio policial, al tiempo que exigió justificaciones. No hubo mayores respuestas; solamente que los militantes serían llevados a la Fiscalía. Los policías se negaron a brindar la dirección de la misma, así como los nombres de parte de los agentes.

 

En la fiscalía, dos de los tres integrantes de la fuerza de izquierda fueron retenidos hasta las 4 a.m., mientras otro debió permanecer allí otras 4 horas.

 

Mientras los detenidos eran subidos a la camioneta policial para ser llevados a la fiscalía, el cuarto militante les señaló que el Partido Obrero iniciaría una denuncia pública, ya que se trataba de una clara persecución política. La respuesta de los agentes fue acusarlo de “amenazas”, sustraer su documento y trasladarlo a la Comisaría. Allí le abrieron una causa penal por “resistencia a la autoridad” y lo retuvieron hasta las 6 a.m.  

 

El hostigamiento a militantes por parte de la Policía Federal contrasta con su inacción frente a las redes del crimen organizado, de las cuales forman parte integral (como vienen de denunciar las mujeres de la Villa 31).

 

Denunciamos este hecho como un episodio inadmisible de persecución política y abuso de autoridad, a tono con la profundización represiva de los gobiernos nacional y de la ciudad.