Políticas

22/4/2020

Llevamos los reclamos de los trabajadores frente al ministro de Ciencia y Técnica

Este martes participó de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados el ministro Roberto Salvarezza.


Tratándose de un ámbito donde reina la precarización laboral de miles de trabajadores administrativos y becarios -que no cuentan con un convenio que ampare derechos laborales, licencias, cobertura de salud plena y salarios adecuados- la interpelación de nuestra diputada, Romina Del Plá, colocó los múltiples reclamos que la cuarentena ha puesto al rojo vivo. A ningún otro diputado, ni del oficialismo ni de la “oposición”, se le ocurrió plantear siquiera una pregunta al respecto de la situación laboral de quienes todos los días ponen en movimiento el sistema científico nacional –una foto del carácter de clase de la institución parlamentaria y sus legisladores.


Desde nuestra banca, presentamos previamente a Salvarezza un listado de preguntas y reclamos por escrito elaborado junto con los compañeros/as de Jóvenes Científicxs Precarizadxs (JCP) (que reproducimos al final de esta nota). A fines del año pasado, habíamos realizado asimismo una importante Audiencia Pública, que contó con la participación de más de un centenar de trabajadores de Ciencia y Técnica, reclamando por sus derechos laborales. En esta dirección, hemos elaborado de forma conjunta un proyecto de ley para enfrentar este problema, que ningún gobierno hasta ahora se ha dignado a atender.



Ante el reclamo de Romina por las demoras y la falta de claridad respecto al cumplimiento de la recomposición salarial para becarios e investigadores, Salvarezza mintió al decir que “se cumplieron todos los aumentos que estaban prometidos”, y omitió explicar por qué hasta el día de hoy las autoridades del Ministerio no han publicado ningún cronograma con los aumentos previstos. Tampoco respondió respecto al reclamo de recomposición salarial planteado para el resto de los trabajadores/as (CIC y CPA). Asimismo, evitó pronunciarse sobre la denuncia que hiciéramos en relación al personal. Asimismo, evitó pronunciarse sobre la denuncia que hiciéramos en relación al personal administrativo, a quienes se fuerza a realizar tareas por modalidad de teletrabajo -sin brindar herramientas para ello ni contemplar situaciones particulares que dificultan su realización- mientras se les ha descontado el pago de las horas extras (que constituyen un porcentaje significativo de sus ingresos) y se los hostiga con intimidaciones por vía mail.


 


Sobre la prórroga de las becas de investigación en el contexto de la actual crisis sanitaria y la exigencia inicial a los nuevos becarios/as de presentar personalmente los trámites para el alta de las mismas (una locura que los expone al contagio, cuando se supone que todos debiéramos “quedarnos en casa”), el ministro sostuvo que “se está armando la tramitación online”, pero no habló de plazos para algo tan urgente. Lo que existe, mientras tanto, es que las altas y la falta de respuestas se agolpan por decenas, sin que medie ninguna comunicación clara por parte del Conicet.


Salvarezza tampoco respondió sobre si se les va a extender la beca a quienes tienen bajo su cuidado a menores o personas en población de riesgo ni, más urgente aún, sobre el importante reclamo para que los becarios de Ciencia y Técnica puedan incluir a su grupo familiar en la obra social, obligándolos -a quienes no son docentes- a tener que contratar una prepaga.


No obstante, afirmó que estaba garantizada la continuidad de las becas de todos –punto que esperamos constatar en los hechos, porque por ahora, sólo son palabras.


Consultado por otros diputados sobre la dramática situación que puso en evidencia el hecho de que Argentina es el país con más casos de trabajadores de la salud contagiados por coronavirus -debido a la falta de insumos y protección-, Salvarezza se explayó sobre la “campaña nacional de producción solidaria” basada en “hacedores voluntarios”. “La ciencia se dedicó a coordinar esa producción” dijo el ministro. Sorprendente “el aporte” de la ciencia, en lo que en realidad es la tercerización en iniciativas privadas e individuales de la producción de insumos elementales (como los que hacen al equipo de protección personal –EPP) que no realiza el Estado. Coherente con eso es que se hayan gastado solo 200 mil pesos para la producción de kits e insumos de este tipo.


Sobre la producción de estos elementos como barbijos, tapabocas, camisolines y todos los relacionados con la industria textil, afirmó que están trabajando con cooperativas a través del Ministerio de Producción que preside Kulfas. Reafirmó de esta manera la negativa del gobierno a reorientar la industria textil, afectando intereses de un sector capitalista que, por otra parte, se nutre de trabajo esclavo en talleres clandestinos.


Sobre la producción de reactivos, un “bien preciado” según palabras del ministro, mencionó los emprendimientos que están financiando para “desarrollar capacidades nacionales” junto a distintos laboratorios, sin poder dar mayores precisiones. Mientras se defiende la propiedad privada de la industria farmacéutica que mantiene sus beneficios de lucro en medio de tamaña crisis sanitaria.


La lucha por los derechos laborales de los científicos y becarios precarizados debe continuar


En su respuesta a nuestra banca, Salvarezza sostuvo que “Romina me hizo preguntas de temas siempre complejos. Ella sabe que yo mismo presenté un proyecto cuando era diputado sobre el tema de los becarios”. Cierto, cuando era parte de la oposición al gobierno de Macri. Pero ahora es ministro del gobierno de Alberto Fernández: avanzar en esa dirección no depende más que de su voluntad política, y vemos que lo actuado hasta el momento lejos está de ir en esa dirección.


Sigue planteada la tarea que nos propusimos en la Audiencia Pública junto a los trabajadores precarizados del sector, de desenvolver una lucha porque se les otorguen los mismos derechos que le corresponden a cualquier trabajador formal. No puede haber más excusas para que se sigan vulnerando derechos laborales tan elementales a los trabajadores de la ciencia, menos aún en una situación que se ve agravada en el contexto de crisis sanitaria, social y económica que está viviendo toda la clase trabajadora.