En la Ciudad, la elección a jefe de Gobierno volverá a realizarse de manera “concurrente”, es decir, se realizarán en la misma fecha que la nacional, pero en una boleta de papel separada.

La victoria de Jorge Macri parece asegurada, incluso en un virtual balotaje contra Santoro, donde los votos de los libertarios irían con seguridad a Jorge Macri. Si el balotaje fuera contra Marra, también ganaría Jorge Macri. Sin embargo, en la elección de la Ciudad se juegan cosas importantes. La crisis abierta en Juntos por el Cambio, en especial con el radicalismo, y la posibilidad de un triunfo nacional de Milei plantean un acercamiento entre Jorge Macri y la ultraderecha que ya está en marcha. En reiteradas ocasiones, Mauricio Macri dijo que Milei era parte del cambio y Milei, a su vez, dijo que Macri podría representar al país en un gobierno suyo, lo que agravó los choques al interior de JxC.

En la Ciudad, Jorge Macri hizo lo propio y frente al posible distanciamiento de los radicales ya explora un acuerdo con el bloque de Milei y Marra en la Legislatura porteña. Este bloque podría pasar de seis a diez legisladores y ser crucial a la hora de votar ventas de tierras, para las cuales se necesitan dos tercios de votos a favor. Sería un acuerdo auspiciado por los especuladores inmobiliarios, no es novedoso que tanto Jorge Macri como Marra se han pronunciado en contra de la regulación de los alquileres, por ejemplo.

De progresar este acuerdo, podrían avanzar otros ataques en los cuales acuerdan Macri y Marra. Ambos han centrado su campaña contra el derecho a la protesta, los piquetes y las mujeres que llevan a sus niños a las movilizaciones contra el hambre y la desocupación. También han amenazado con retirar la personería a los sindicatos que hacen paros, meter presos a sus dirigentes o declarar la esencialidad para la docencia y los trabajadores del subte, impidiéndoles parar.

La educación y la salud públicas, los derechos de las mujeres como el aborto o el dictado de la ESI están en la mira de la derecha en el país y en la Ciudad podría sustentarse en este cogobierno.

El peronismo no es alternativa

Esta ofensiva contra los derechos y conquistas de los trabajadores se vale del fracaso de los gobiernos peronistas. Bajo el comando de Massa y CFK en el último año se realizó un brutal ajuste a pedido del FMI, con el resultado de una inflación imparable y más de 40% de pobreza. Los “derechos” ya han sido virtualmente borrados en los hechos por el Estado presente peronista. En la Ciudad, como “oposición” al macrismo, el peronismo jugó un rol de colaboración clave en la Legislatura, votando a favor la venta de más de 500 hectáreas de tierras. Desde la dirección de importantes sindicatos en el ámbito público de la Ciudad, como UTE, Sutecba, la Federación de Profesionales y ATE han garantizado la paz social al gobierno haciendo pasar un brutal ajuste de salarios y reformas regresivas, como el convenio laboral de los profesionales de la salud y convalidando la discriminación a las enfermeras. En particular, Santoro hace campaña tratando de ganar los votos de Lousteau, un oficialista, tomando sus propuestas. Viene de plantear bajar los contratos de alquiler a dos años, apoyar el uso de las táser y limitar el derecho a la protesta y movilización. La estrategia de derechizarse para disputarle el voto a la derecha, que no ha hecho más que fortalecerla políticamente. De fondo, no pueden plantear una alternativa porque el peronismo responde a los mismos grupos capitalistas que, a nivel de la Ciudad como en el país, viven de la obra pública, los servicios privatizados y subsidios.

Reforzar a la izquierda

En este cuadro, el voto a la izquierda adquiere un valor especial. Se trata de reforzar a nivel nacional y en la Ciudad una alternativa independiente y de los trabajadores frente al fracaso de todos los que nos gobernaron en los últimos años y sus renovados ataques a los trabajadores. En la Ciudad vamos a defender un fuerte voto a la izquierda, que siempre estuvo ligado a la defensa de la educación pública, los derechos humanos y las libertades democráticas y, en la última etapa, los derechos de las mujeres. Vamos por el voto de los migrantes que pelean por derechos plenos, por trabajo, salud y vivienda. Vamos por el voto de la juventud que pelea por el derecho a estudiar y vivir en la Ciudad, así como por un futuro de estabilidad laboral. Vamos por el voto de los trabajadores para que no vuelvan a pagar la crisis. En la Legislatura tenemos el desafío de reforzar nuestro bloque con el ingreso de “Cele” Fierro y Alejandro Lipcovich, quienes junto a Gabriel Solano enfrentarán cada atropello y los pactos contra el pueblo. De este modo, nos preparamos para una etapa de choques decisivos, en los cuales la izquierda debe jugar un gran rol, organizando a los trabajadores y por una alternativa de poder. Vamos con el voto a Vanina Biasi en la Ciudad y Myriam Bregman a nivel nacional.

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