Según un informe del CEPA en base a datos del Ministerio de Economía, el gobierno profundizó durante el primer bimestre el ajuste fiscal, el cual se concentró en las prestaciones de la seguridad social, puntualmente las jubilaciones. En paralelo, lo que creció fue el pago de intereses de deuda, lo que representó la mayor parte del presupuesto.

El CEPA plantea que en los dos primeros meses del año el gasto devengado en jubilaciones cayo 38% con respecto al mismo período de 2023, mientras que lo pagado en intereses de deuda representó nada más y nada menos que el 30% del total de gastos devengados, y el 48% de lo pagado, es decir casi la mitad de lo abonado en el período (1 de cada 2 pesos). Así, el gobierno continúa ajustando a los que menos tienen, como los jubilados, cuyos haberes se hunden cada vez más en la indigencia, mientras financia a capitalistas y especuladores a costa de los recursos nacionales.

La última expresión de la bestialidad de este ajuste fue el anuncio del gobierno donde desconoce a todos aquellos a quienes se jubilaron por moratoria, muchos de ellos por haber trabajado en negro durante toda su vida. A su vez, que el guadañazo brutal que el gobierno aplica no es contra la casta, sino contra los más vulnerables es algo que se verifica también en la paupérrima ejecución de presupuesto por parte de los ministerios.

En el marco de una crisis de enorme envergadura, el Ministerio de Capital Humano ejecutó tan sólo el 4,9% del presupuesto proyectado anual, lo que incluye el recorte total de la comida a los comedores populares gracias a los que comen miles de familias pobres. Las secretarías de este ministerio muestran una ejecución de 2,3% en Educación e incluso la misma situación se observa en el Ministerio de Salud, que ejecutó $71 mil millones, lo que equivale al 2,4%. Contrariamente se ejecutaron $2,49 billones de Servicios de Deuda Pública, lo cual significa una duplicación en términos reales (descontando la inflación).

El recorte del gasto público del que tanto se jacta el gobierno se está llevando adelante a costa de pulverizar las jubilaciones, los salarios de los estatales, recortar la asistencia social y las partidas presupuestarias de las esferas públicas fundamentales para la población.

Desde el oficialismo prometen profundizar este rumbo, que solo traerá mayores penurias, para seguir beneficiando a los mismos que se enriquecieron saqueando a la argentina todos estos años. Sin ir más lejos, la prórroga del Presupuesto 2023, muy desactualizado por la inflación, hace que esté subestimada la recaudación y por lo tanto los ingresos fiscales se utilizarán de manera discrecional, pero con la misma orientación de beneficiar a los bancos y los fondos de inversión.

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