Lo que se viene
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La cuarentena estiró los tiempos de las enormes contradicciones del gobierno de Alberto Fernández. Pero acentuó su carácter explosivo.
La política ante la deuda “impagable” es, sencillamente, pagarla. Preparan concesiones cada vez mayores al capital financiero.
La propuesta “amigable” a los bonistas fue mejorada en sucesivas contraofertas.
Tanta bondad con el capital financiero tiene una contraparte para los trabajadores. Rebaja salarial generalizada. Suspensión hasta el año que viene de la ley de movilidad jubilatoria. Reforma laboral de hecho, montada en la cuarentena. Siguen los despidos masivos, pese a la farsa del decreto de prohibición.
En Olivos se ha celebrado este acuerdo. El gobierno nacional reunió el apoyo de todos los gobernadores, la Unión Industrial, la Bolsa de Valores y la CGT. La derecha agita temas marginales para la tribuna pero carece de otra política.
Los capitalistas apoyan el repago de la deuda al precio que sea. Son también acreedores. Lograron también archivar el llamado “impuesto a la riqueza”.
Han logrado el subsidio a las empresas, usando plata de la Anses para pagar salarios privados. El único proyecto para gravar progresivamente rentas y fortunas es el del FIT.
Siguen apretando. Llevaron el dólar paralelo a las nubes. El capital agrario retiene la cosecha empujando más devaluación, mientras el
hambre amenaza.
Las petroleras han parado la producción, pero no baja un centavo el combustible.
Fernández usa los superpoderes para gobernar por decreto. Para ajustar la salud en medio de la pandemia, ahogar a las provincias y saquear la Anses.
Esto es lo que se viene en la Argentina.
La clase obrera no espera, lucha. En primer lugar, para hacer cumplir la cuarentena.
Así lo testimonian el paro de SKF, la gran lucha de Penta, de los repartidores, de médicos y enfermeros, de los obreros de la Alimentación de Arcor-Córdoba, de Bed Time.
Del Polo Obrero, que ha salido en todo el país a marcar que no hay cuarentena con hambre.
Los municipales de Jesús María en Córdoba, que enfrentaron una feroz represión del régimen de Schiaretti, lograron sus reivindicaciones. El Sutna arrancó el 100% del salario de bolsillo para los compañeros de Pirelli y Bridgestone.
Si luchamos se puede ganar.