Políticas

9/9/2021

Los aumentos del salario mínimo corren por detrás de la suba de los alimentos

El gobierno promete aumentar apenas el 10% el SMVyM hasta diciembre.

El ministro Claudio Moroni anunció que a fines de septiembre se reunirá nuevamente el Consejo del Salario Mínimo para establecer un nuevo aumento antes que finalice el año. Sucede que el monto del SMVyM, a pesar del adelanto de las cuotas de actualización, queda permanentemente por debajo de la línea de indigencia debido al descontrol inflacionario, que se acentúa en el caso de los alimentos.

Se estima que la suba estaría en torno al 10% adicional para 2021 (Ámbito, 8/9). Porcentaje absolutamente insuficiente para recomponer el poder de compra del salario mínimo, hoy en día ubicado en los $29.160 luego del último “aumento” del 35% en cuotas. El incremento planteado llevaría la suma a $32.076 hacia fin de año, menos de la mitad de la canasta de pobreza de julio, condenando a un millón de personas que perciben un plan social a vivir con $16.000 mensuales. Nuevamente, el gobierno, las cámaras empresarias y las burocracias sindicales se aprestan a convalidar ingresos de hambre para amplios sectores de la clase trabajadora.

De este modo, Alberto Fernández, que asumió prometiendo “llenar la heladera de los argentinos”, permite que los alimentos trepen muy por encima de los salarios. Según datos del Indec, en julio 2021 la inflación interanual en el rubro alimentos fue del 56,4%, superando el índice general. A su vez, la variación interanual de la Canasta Básica Alimentaria fue del 58,3%. Algunos alimentos aumentaron por encima de la media de un año a otro, como el kilo de asado (98%), el kilo de carne picada, paleta y cuadril (80%), el filet de merluza (72%), el queso (70%), la manteca (58%), los 500 gramos de yerba (70%) y el litro de aceite de girasol (64%).

A pesar del optimismo oficial de que el índice de precios de agosto perforará el piso del 3%, las consultoras privadas estiman que la inflación en los alimentos permanecerá por encima de ese porcentaje, ubicándose entre el 3,2% y el 3,4%. Según la consultora Focus Market, el incremento de agosto de algunos alimentos básicos presentaron números más altos: del 10,2% la mayonesa, 9,9% el azúcar, 9,6% el té, 8,7% condimentos, 8,3% la pastas frescas, del 7,5% el pan de molde y del 7% el café. A su vez, el estudio informa cómo escaló la inflación interanual de agosto 2021 en productos como el aceite (77,2%.), la mayonesa (71,3%.), las tapas de empanadas (71,3%.), el arroz (65,9%.) y las salchichas (65,7%).

Estos datos reflejan el nivel de confiscación que significa un aumento de apenas el 10% en el salario mínimo hasta fin de año. A su vez, desenmascaran la impostura de Moroni en presentar este adicional de septiembre como “la recuperación constante del poder adquisitivo”. Finalmente, llegamos a septiembre con los ingresos cada vez más rezagados y “llenar la heladera” es completamente inalcanzable para millones de familias trabajadoras.

Esta realidad de precios encumbrados la edifica el gobierno con cada una de sus políticas pro patronales, al servicio de arribar a un acuerdo con el FMI: desmantela Precios Máximos, no controla la cadena de remarcaciones de precios, habilita naftazos y aumentos en los servicios públicos (que se incrementarán después de las elecciones), mientras cumple religiosamente con el pago de la deuda. Esta dilapidación de las divisas, junto con la continua la fuga de capitales, está en la base de las sucesiva depreciación del peso.

Es necesario combatir la carestía estableciendo un salario mínimo equivalente a $100.000, un seguro a desocupado de $50.000 y la apertura de los libros de toda la cadena de valor  para evaluar los costos reales, a fin de controlar los precios. Por otra parte, la nacionalización bajo control obrero del comercio exterior, permitirá, entre otras cosas, frenar el encarecimiento de los alimentos en la mesa de argentinos. No al pago de la deuda. Fuera FMI. Todo esto forma parte de un programa que defendemos desde el Frente de Izquierda Unidad en función de construir una salida a la crisis en beneficio de los trabajadores.