Políticas

10/12/2020

Los bonistas siguen corriendole el arco a Kicillof y exigen mayores concesiones y ajustes

Décima postergación del canje de deuda.

El gobierno de Kicillof postergó el canje de deuda por décima vez consecutiva desde el mes abril extendiéndolo ahora hasta el 4 de enero. Está claro que los bonistas de la provincia quieren una mejora de la oferta inicial en línea con el acuerdo pactado por Martín Guzmán en nación, y además que se apure la aprobación del presupuesto provincial 2021 como garantía de pago de la deuda externa (reducción del gasto fiscal).

Ajuste fiscal como “ley de leyes”

Poco antes de finalizar noviembre la llamada “Coalición de Tenedores de Bonos Provinciales Argentino” que dice poseer más de 3000 millones de dólares en bonos emitidos por las provincias, publicó un comunicado de “principios básicos” donde reclama el compromiso de los estados provinciales para que se asigne “una porción razonable de la capacidad fiscal para el servicio de deuda”. Más claro, imposible.

El grupo Ad Hoc de bonistas, que concentra más del 49% de la deuda externa bonaerense, salió a respaldar estos “principios” de rapiña que son los de la  fuerza de choque del capital financiero. Como lo confirman estas exigencias hay una relación directa entre las demandas cada vez más fuertes  de los bonistas,  y el Presupuesto 2021 que el gobierno de Kicillof pretende ingresar el jueves 17 en las cámaras para convertirlo en ley con el voto del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio.

La “ley de leyes” bonaerense – y todos los presupuestos provinciales- son apenas el taparrabos del ajuste a los salarios y jubilaciones, a la salud, la educación pública y la vivienda.

Continuidad de Estado

Fueron Kicillof y su gobierno, con la venia de Cristina Kirchner, los que asumieron integralmente la totalidad de la deuda externa fraudulenta reconociéndola como continuidad de las políticas de Estado. Acá también vale la denuncia implacable de todos los gobiernos capitalistas que saquearon los presupuestos de la provincia para beneficio de los usureros de la deuda externa.  El ultimátum dispuesto por  la “Coalición” y del “Grupo Ad Hoc”- que exigen poner el presupuesto bajo caución de los acreedores- terminó por hundir el verso de la “reestructuración sustentable” de deuda . No hay tal “sustentabilidad”. La provincia de Buenos Aires está hipotecada en 12 mil millones de dólares, tiene vencimientos concentrados hasta el 2023 que abarcan el 85% del total de la deuda externa  y está nominada en un 80% en moneda extranjera a merced de las devaluaciones y corridas contra el peso. Diez fracasos consecutivos hablan de un “Comité de Acreedores” que le tomó el tiempo a este nacionalismo burgués, cobarde y pagador serial que viene rebotando en todas las ofertas hechas  tras bambalinas.

Una provincia hipotecada y quebrada

La nueva postergación a enero del 2021 sólo mereció un escueto y lacónico comunicado del Ministerio de Hacienda y Finanzas bonaerense que insiste en la necesidad de seguir negociando de “buena fe” (sic) con los acreedores. No se trata de una declaración protocolar: al gobierno lo urge el volver a los mercados de crédito internacional para hacer frente a una provincia quebrada, y concretar el crédito votado en la Legislatura por 500 millones de dólares. Por eso , la oferta realizada por Kicillof en abril pasado para proceder al canje de 23 bonos emitidos en moneda extranjera por nuevos títulos con un período de gracia de tres años, quita del 55% de interés, 7% del capital y una extensión de los plazos de pago, es sólo para el “relato”. Bonistas y Gobierno la consideran desactualizada.

Aunque no lo han hecho público por el rechazo de los bonistas, Kicillof y su ministro López vienen mejorando la oferta inicial  lo que no ha impedido nuevas arremetidas de los fondos buitres que amenazan con judicializar el default ante los tribunales de Nueva York. Según algunos “analistas financieros” los acreedores bonaerenses, varios de los cuales son los mismos fondos que lucraron con  el canje de deuda nacional,  presionan para que la Provincia de Buenos Aires eleve el Valor Presente Nominal (VPN) de los bonos de 38 dólares a 54 dólares de VPN, que es el cálculo que hacen los bonistas de a cuanto podrán vender sus bonos.

Rechacemos el presupuesto de Kicillof y los bonistas

Kicillof necesita de la sanción de la ley de presupuesto para reencauzar el canje con los bonistas y para zafar del default default. La clave radica sin embargo en la capacidad del gobierno kirchnerista para hacer pasar los ataques a los trabajadores cargándole  el ajuste fiscal a los trabajadores. Este es el papel perverso que juegan las burocracias sindicales y vaticanas integradas al gobierno.

Las declaraciones de dirigentes y legisladores de la oposición derechista calificando al presupuesto de Kicillof como “razonable” confirman que la “ley de leyes” del Frente de Todos entra dentro de los parámetros de la agenda fondomonetarista que exigen el FMI y el capital financiero. Es esto lo que viene acelerando el pacto entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. y el mercadeo y tráfico de cargos en el directorio del Banco Provincia y otros organismos del estado, junto a un incremento de los fondos destinados directamente a las intendencias macristas y radicales.

Las crisis que llevaron a la postergación del tratamiento del Presupuesto 2021, y por extensión a la décima postergación del canje,  tienen que ser aprovechadas por los trabajadores , el movimiento popular y los sindicatos combativos para ganar la calle en rechazo a esta embestida de los bonistas. Como denunciamos en Prensa Obrera el artículo 66 del proyecto de presupuesto, que incauta y confisca unos 8000 millones de pesos de la Obra Social de los estatales y docentes bonaerenses, delata el destino de esta sustracción a los afiliados al IOMA , que no es otro que el pago de la deuda y los subsidios al capital. El repudio a este desfalco  debe servir para estimular la movilización de rechazo al Presupuesto y la intervención independiente del sindicalismo combativo, del clasismo y la izquierda.

El 17 movilizaremos para decir No al Presupuesto ajustador, y para defender un programa de los trabajadores unido al repudio y no pago de la deuda externa usurera y fraudulenta.