Políticas

17/1/2008|1024

Los curas abusan por pedido de los propios niños


Claudio Hummes, prefecto de la Congregación para el Clero, que supervisa a todos los sacerdotes católicos del mundo, instó a una "oración perpetua a escala mundial" en beneficio de las almas de los abusados por curas católicos y de sus abusadores. Bastante por detrás del papa León X que, hace cinco siglos, por lo menos los multaba para garantizarles la salvación del alma y engrandecer las arcas de la Iglesia. Hummes propone rezar por "las faltas de los presbíteros y por las víctimas de las graves situaciones de conducta moral y sexual de una pequeñísima parte del clero".


Por dar sólo un ejemplo, la "pequeñísima parte" de la arquidiócesis de Los Angeles suma 500 víctimas (el 61%, menores de 16 años; el 29%, menores de 11) y tuvo que pagar 660 millones de dólares de indemnización cuando el asunto salió a la luz. Esto, después de que fracasara el amplio menú de amenazas y extorsiones ordenadas por Juan XXIII en el Crimine Solicitationies (1962). Este documento, encontrado casualmente por un abogado de las víctimas, excomulga a los obispos que difundan casos de abuso sexual y les exige que remitan toda la información "a los archivos secretos de la Curia como estrictamente confidenciales". Como es sabido, el papado no sólo se negó a sancionar a los curas violadores (El País, 5/6/02) sino que convirtió al Vaticano en un aguantadero desde donde eluden los requerimientos judiciales. Ejemplo: Edgardo Storni, ex arzobispo de Santa Fe y violador múltiple, está recluido en el Vaticano.


Quien se ha animado a confesar el pensamiento vivo de la Iglesia es el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez Afonso, que acaba de declarar que hay chicos "que consienten" la agresión sexual. "De hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso, si te descuidás, te provocan", dijo sin que ninguna autoridad eclesiástica se haya preocupado en refutarlo (el periodico.com, 28/12/07).


¿Alguien puede sostener que la Iglesia no es una asociación para delinquir?