La rebelión de Cutral Co y Plaza Huincul ha reanimado a los desocupados de la capital neuquina. A pesar de que aquí el gobierno tiene montada una red de control y contención de vecinalistas, punteros barriales y la colaboración de ex burócratas de la Uocra, el ejemplo de lucha de los fogoneros ha sido tomado por los desocupados del Barrio San Lorenzo, el más populoso de Neuquén.

La negativa a abrir los padrones de la ley 2128 se está haciendo agua ante la presión de compañeros que continúan anotándose a pesar de que el gobierno anuncia que no hay más cupos para subsidios. Sólo en San Lorenzo hay más de 1.400 inscriptos esperando, a los que se deben sumar los cientos que viven en otros barrios. Se comenzó con Asambleas, al margen de la regimentación de los vecinalistas, y se resolvió un corte de ruta para el día 4. Fue entonces cuando el aparato del MPN y los ex-burócratas de la Uocra comenzaron a presionar a los desocupados para que desistan de las medidas, mientras ‘acción social’ descargaba bolsas de comidas. A pesar de las amenazas y de los bolsones, más de 150 compañeros se habían dado cita a la hora de la concentración para marchar hacia la ruta. En el lugar se hizo presente una contramovilización con patoteros, pero finalmente se impuso la marcha hacia la ruta 22. A mitad de camino y rodeados por chacras, la columna de unos 100 compañeros, en su mayoría mujeres, fue alcanzada por una veintena de patoteros en dos camionetas, pero que no pudieron evitar que la columna continuara. Más adelante, móviles de la policía tampoco lograron disuadir a los manifestantes.

Ante la firmeza de la movilización, apareció una comitiva con el subsecretario de Acción Social a la cabeza, para comprometerse a inscribirlos en cualquier plan. Entre medio de chacras, con cuatro móviles policiales, dos camionetas con patoteros y otros vehículos oficiales, se discutió hasta llegar a un acuerdo: que ahí mismo se comenzaba con el padrón y al día siguiente se completaba con el resto de los anotados para la movilización.

Los compañeros agradecieron la presencia de la Coordinadora de Desocupados, que en todo momento estuvo colaborando y trajo compañeros de otros barrios, consiguiendo que después de mucho tiempo se comience a gestar una unidad entre los desocupados de San Lorenzo con vecinos de otros barrios.

Queda el estado de alerta y el compromiso de varios compañeros de continuar la lucha por un Sindicato de Desocupados, para que no se dividan los que consiguen algo y los que todavía están afuera, como señalaban los propios compañeros. Para que el Estado realice un censo de los desocupados con el control de los propios desocupados y por el seguro de 500 pesos mediante un impuesto a las grandes empresas.