Políticas

27/5/1993|392

Los Frentes del Sur

Al final, el Frente del Sur no será ni uno ni dos y hasta podrían llegar a ser cuatro. Para quien está convencido de que la política es inconcebible sin escisiones o fracturas, esta división no debería impresionarlo, pero en este caso no deja de ser una manifestación de descomposición política aguda y hasta de manifiesto parasitismo. Quienes se presentaron “en sociedad” con el propósito de cambiar “el modo de hacer y vivir (sic) la política”, resultaron ser previsiblemente unos arribistas. Luego de prometer y jurar que las candidaturas se establecerían por medio de “internas abiertas” (“a la americana”, ahora que Nueva York desplazó a Moscú de la idolatría de la izquierda académica e incluso de la nacional y popular), los sureños o sudacas se rompieron debido a una incurable incapacidad para compartir el queso antes de haberlo comprado. Solanas acaba de prometer, ahora, esas “internas”… para diciembre, e incluso a convocar a un congreso. Para octubre digitó sólidamente a su pupilo Alvarez para la primera candidatura de la Capital, la que cuenta con el generoso apoyo de Página 12 y Mariano Grondona. La moraleja es que el político le ganó en viveza al artista, ya que Solanas quedó confinado a una candidatura más difícil de concretar, en la provincia de Buenos Aires. El Frente del Sur de Solanas se ha adaptado a la moda prevaleciente de convertir a los faranduleros en políticos y a éstos en los primeros. El “Chacho” Alvarez, por ejemplo, ha hecho algunas acrobacias en los colectivos (debidamente publicitadas en radio y televisión) y se ha esmerado en las actuaciones televisivas.


Una de las escisiones del Frente del Sur, la del “Juanpa” Cafiero, es significativa del esfuerzo del partido socialista democrático, que lo apadrina, para hacerse un lugar en el Gran Buenos Aires. Poniendo los objetivos políticos por delante de los puestos, el PSD le cedió la candidatura al hijo de Cafierito, en lo que contó con el apoyo de Alfredo Bravo. Pero este Frente, llamado Amplio, es revelador de la fractura que se ha operado en la Unidad Socialista, es decir con relación al PSP de Estévez Boero. Por alguna razón, los Frentes del Sur, a medida que se achican, se tornan grandilocuentes: el de Solanas pasó a llamarse Grande, y el del “Juanpa”, Amplio.


La tercera fracción en disputa es, ella misma, un retahílo de fracciones. En los mentideros de la calle Corrientes circula la especie de que el Ptp y aún el Prt llegarían a un acuerdo con Aldo Rico (el lobbista de Techint, ver nota), o llamarían a votarlo. El grupo de Fontenla y el del historiador Chávez parecen haber quedado al garete.


Estos frentistas pequeño-burgueses han explotado la consigna de la “unidad” y de la “alternativa” hasta donde pudieron, para luego llevar los beneficios hacia sus propios bolsillos. Inventaron al cineasta Solanas como una prenda capaz de establecer la concordia, en sustitución de la discusión y delimitación políticas. Esto los tipifica como arribistas y mercaderes de la política. Debutan con un grado elevado de parasitismo. Es seguramente por esto, que el proyecto de “otro país es posible” fue apoyado por el partido comunista, siempre actuando en la trastienda, y el grupo anticomunista de la Democracia Avanzada, que dirige el anti-marxista Borón. La tentativa de este frente de rejuntados hambrientos ha fracasado como proyecto popular.