Un programa para enfrentar la epidemia
¡Los hospitales pueden convertirse en focos de contaminación!
Seguir
Reg. Quilmes-Varela-Berazategui
En los hospitales del conurbano se han tomado medidas de emergencia frente a la amenaza del cólera. En el de Wilde (municipio de Avellaneda), para tomar un caso, se han habilitado seis camas y cunas para atender a los pacientes infectados en su período más agudo y una sala de internación para cuando estén medianamente compensados. Se han hecho reservas de sueros, medicamentos y material descartable y se han habilitado elementos para tratar los deshechos. También se ha informado al personal acerca de la conducta a seguir ante un paciente colérico.
Pero estas medidas solo tienen validez para un limitado número de casos. En caso de estallar una epidemia (por ejemplo si se presentaran cuarenta o cincuenta casos por hospital) estas precauciones serían desbordadas. Se agotarían las reservas, el personal que ya es poco resultará insuficiente y los hospitales dejarán de ser centros de salud y se convertirán en focos de contaminación.
Las camas hospitalarias ya resultan escasas para las actuales enfermedades. Esta falta de camas es el eterno drama de las guardias hospitalarias —que tardan largas horas y a veces días en derivar un paciente con las secuelas que esto provoca. Las internaciones para alta complejidad son más escasas aún. Por ejemplo: en la zona sur sólo el hospital Fiorito tiene guardia de neurocirugía. Solo hay cuatro camas de la especialidad para más de dos millones trescientos mil habitantes.
Si seguimos con el ejemplo inicial en el hospital de Wilde el personal de mucamas es la mitad de la planta necesaria para mantener la limpieza en épocas normales. Actualmente no hay gasas, alcohol, ni algodón. Faltan medicamentos, entre estos dexametazona, un corticoide que se usa en crisis alérgicas y en problemas respiratorios agudos.
Los mecanismos de reposición son tan burocráticos que provocan una demora de dos o meses en proveer los suministros.
En el hospital de Solano (municipio de Quilmes), hace un ano, los trabajadores denunciaron que no había tratamiento de efluentes (en esa zona no hay cloacas) y que las aguas contaminadas se arrojaban en tos desagües comunes.
Esto nos muestra que las autoridades de salud pública menemistas quieren detener al cólera con dos gotas de lavandina o cobrándole peaje.
En la zona sur del conurbano hay un total de dos mil camas, para aproximadamente dos millones trescientas mil personas. Situaciones similares suceden en todo el Gran Buenos Aires.
Oe acuerdo a las confusas cifras oficiales puede deducirse que en Salta el promedio de enfermos de cólera es de uno cada mil habitantes. Si este índice se repitiera en el Gran Buenos Aires no alcanzarían las camas disponibles (los hospitales ya están ocupados por otros Pacientes).
Un plan de atención del cólera serio debe — en primer lugar- asignar en cada distrito o zona un hospital (que por su infraestructura pueden ser los policlínicos) exclusivamente para los pacientes coléricos. Habilitar ambulancias en todos los centros de salud equipados para para el caso, incluso poner a disposición todas de los bomberos, policía, Fuerzas Armadas, privadas, en lugar de mandar tropas a Yugoslavia.
Si estalla la epidemia que se declaren en disponibilidad los grandes sanatorios privados y se trasladen allí los pacientes con otras patologías para su atención gratuita, para destinar los hospitales a la atención del cólera.
(Si el gobierno pretende confiscar nuestros aportes jubilatorios y obras sociales en beneficio de los banqueros y pulpos de salud —que por un período se confisquen los establecimientos y medios de los grandes pulpos de la salud)
Que los grandes laboratorios provean de los medicamentos y material descartable.
Para que nuestros hospitales en tiempos de cólera sean centros de salud y no focos de contaminación es necesario que el conjunto de los trabajadores de la salud se organicen junto a los vecinos de cada zona para tomar en sus manos el control y la defensa de la salud, reclamando:
-provisión urgente de medicamentos —material descartable y elementos de limpieza a hospitales y centros de salud.
-que se ponga en disponibilidad a los grandes sanatorios para atender a los enfermos derivados de los hospitales bajo el control de los trabajadores de la salud del hospital y centro privado.
-duplicación de la planta de personal de la salud en todos los niveles.
-duplicación inmediata del presupuesto de la salud, plan de hospitales en las zonas donde se carece de ellos