Tal como se había anunciado en marzo, pocos días antes de la elección catamarqueña, los dueños mayoritarios de Alumbrera (la suiza-australiana Xstrata y la canadiense Goldcorp) confirmaron la compra del proyecto de Agua Rica a su socio minoritario, la también canadiense Yamana, que hasta entonces era la propietaria del 100% del proyecto.

De ese modo, se confirma lo que señalamos en su momento. Agua Rica se va a llevar adelante sacando el mineral en el yacimiento ubicado a 35 kilómetros en línea recta de Alumbrera con una cinta transportadora que atravesará la montaña. De ese modo, podrá utilizar las instalaciones de proceso de Alumbrera. Esto incluye el dique de colas y el mineraloducto que lleva el concentrado hasta Tucumán y la planta de filtrado.

Alumbrera, que comenzó sus operaciones en 1997 y tiene previsto culminarlas hacia 2017, encuentra de este modo una prolongación de su vida útil de por lo menos 25 años y con una producción de cobre anual mayor que la actual. Si, además, tenemos en cuenta que el precio del cobre desde que comenzó a operar se multiplicó por más de cuatro, los beneficios que obtendrá serán descomunales.

Pero hay que tener en cuenta que tanto Alumbrera como Agua Rica operan como concesionarias del Ymad, empresa estatal minera que además de explotar Farallón Negro (en la misma zona de las otras dos) es la titular de sus terrenos. Alumbrera funciona como una UTE con el Ymad y, según el contrato de concesión, las instalaciones deberán quedar en manos del Ymad cuando se finalice la operación. Con la triquiñuela de prolongar la vida útil artificialmente (es, en realidad, un nuevo proyecto) Ymad se ve privado de lo que le corresponde, que pasa a manos de los pulpos.