Políticas

16/5/2013|1268

Los K y la corpo, en procura de un nocaut que podría voltear a los dos

Después del fracaso del 7D y de la derrota sufrida en los tribunales por los artículos de la “ley de medios” vinculados con la desinversión del grupo Clarín, asistimos a una nueva ofensiva del gobierno contra la corpo.


El ataque sigue dos vías. Una es la de los diputados kirchneristas en el Congreso, quienes presentaron un proyecto de ley para expropiar el 24% de las acciones de Papel Prensa. La otra vía tiene como instrumento la Comisión Nacional de Valores y apunta, directamente, a intervenir el grupo Clarín. Mientras tanto, las balas de Lanata ya no apuntan a valijeros con rodete, sino que pegan directamente en el interior de la mansión presidencial de Calafate.


La Justicia


Dentro de los obstáculos que debe remover el gobierno, uno no menor es el del Poder Judicial. Tanto Clarín como el kirchnerismo acaban de apelar a la Corte Suprema. También se ha anunciado una presentación masiva de pedidos de inconstitucionalidad de las leyes de reforma judicial votadas en el Congreso. La judicialización de la política es una señal inconfundible de una crisis de régimen.


Los trabajadores


La novedad en esta crisis es la intervención de los trabajadores -aunque ya está el precedente de la defensa de Juan Micheli que hizo la comisión interna de la TV pública. Ahora el centro es nada menos que Clarín. En el corazón de la Corpo, los trabajadores reunidos en asamblea rechazaron la presión patronal para sacar un texto en su apoyo y, a la vez, denunciaron los planes intervencionistas del gobierno como una amenaza al trabajo y a la autonomía de los periodistas. En el diario hay despidos ‘voluntarios’ todos los días. La patronal alega que está perdiendo dinero, pero se niega a consolidar cuentas con sus otros rubros audiovisuales, a pesar de reclamar el derecho a un monopolio integrado, precisamente con el argumento de unificar costos. La comisión interna, que el diario no reconoce, rechazó la exigencia de que los trabajadores firmaran una solicitada en apoyo a la empresa e impuso, en una asamblea unánime, que el rechazo al arrebato censor de los amigos de Lázaro Báez se haga en los términos que los trabajadores juzguen convenientes a los intereses de su clase y a la auténtica libertad de expresión. Los trabajadores de prensa se van convirtiendo en el nuevo sujeto social y político de la disputa.


La intervención de los trabajadores de Clarín, que va de la mano a un ascenso generalizado de los trabajadores de prensa de medios opositores y oficialistas, coloca en ridículo a los izquierdistas que les exigen convertirse al kirchnerismo para “luchar contra la derecha” y a quienes para “salvar a la república” se hacen macristas. Ni K ni macristas, simplemente trabajadores que luchan contra los atropellos del capitalismo y de sus secuaces políticos.


Saludamos esa intervención, que hemos propugnado con todas nuestras fuerzas, y la promoveremos con una campaña política. Una intervención a Clarín lo convertiría en un “6,7,8” de los Báez, Britos, Cirigliano, Roggio, Eurnekian y Pescarmona, y al país en una cadena nacional absoluta. Defendemos la lucha por la libre expresión del pueblo, no el monopolio de los parásitos que ocupan los dos lados del mostrador capitalista.