Políticas

10/3/2022

CONGRESO NACIONAL

Los liberales votan contra el acuerdo con el FMI porque quieren uno más ajustador

Así lo expresaron Espert, Milei y hasta López Murphy dentro de Juntos.

Fuente: Twitter

Tal cual habían anunciado, los “liberales” votaron en contra el acuerdo con el FMI en el Congreso Nacional. Los diputados Javier Milei, de La Libertad Avanza, José Luis Espert, de Avanza Libertad, e incluso Ricardo López Murphy, “rescatado” por los dos anteriores como uno de su tropa dentro de Juntos por el Cambio, rechazaron con su voto el acuerdo con el Fondo. En esencia, esto es porque reclaman otro acuerdo, uno más ajustador, ni de cerca porque repudien el pago de la deuda externa. Así lo hizo saber incluso Espert, que en su intervención lo dejó claro distanciándose del Frente de Izquierda – Unidad sobre el punto.

El diputado porteño de Avanza Libertad bamboleó con un discurso en que denunciaba las “inconsistencias” del acuerdo y las metas fijadas por el gobierno, volviendo a cargar tintas una vez más contra el gasto público y el déficit fiscal. En la misma sintonía se alinearon las palabras de López Murphy. Fiel a su estilo, Milei apuntó nuevamente contra la “casta”, insistiendo que el ajuste tiene que ser apuntado hacia la “dirigencia política”. Un planteo que encubre su intención de no tocarle un pelo a la clase capitalista (para la que vive reclamando rebajas impositivas) y de llevar adelante un enorme ajuste, en realidad, contra las áreas del gasto público que contemplan a la población trabajadora.

Estas intenciones de fondo fueron clarificadas cuantiosamente por Espert, que pretendiendo unificar como “gente de trabajo” a empresarios y trabajadores, pidió lisa y llanamente avanzar en una oleada de despidos masivos en el Estado, eliminar los planes sociales en un país hambriento e incluso hasta las jubilaciones sin aportes. Su intervención tuvo algunas otras perlas que explicitaron las verdaderas intenciones de los liberales, como cuando calificó como un “castigo” al sector privado la quita de subsidios a las parasitarias privatizadas de la energía que por años gozaron de este esquema millonario a libro cerrado sin rendir cuenta de sus destinos o de las inversiones que hicieron con ellos (en este caso, las que no hicieron). Parece que para los “liberales” hay gasto fiscal que molesta y otro que no.

Y es que Espert dedicó además la mayor parte de su intervención a hacer peroratas contra los impuestos y la “presión impositiva” que implica el acuerdo, aunque también aprovechando para ir a la carga contra otros previamente establecidos. Como no podía ser de otra manera, se refirió casi exclusivamente a las tributaciones que afectan al empresariado, pero nada dijo de gravámenes como el IVA o cada uno de los que afectan a los trabajadores y el bolsillo popular.

Estos hechos, sin embargo, no pueden tomarse como un factor novedoso. Las palabras de los Milei y Espert contra los planes sociales, el gasto público que repercute en la población trabajadora (véase Milei pidiendo un sistema educativo privatizado “de vouchers”, o llegando al ridículo de hablar sobre la privatización de las calles) y pujando por avanzar con la reforma laboral en danza que viene aparejada al pacto con el Fondo y supone la liquidación de décadas de conquistas obreras ya estaban planteadas. Su voto en contra es, ante todo, porque a las inconsistencias del acuerdo las quieren suplir con un plan todavía más brutal contra los trabajadores.

La población trabajadora no debe dejarse engatusar. La cuestión fundamental es repudiar la deuda y desconocerla soberanamente, y la única fuerza que así lo plantea es el Frente de Izquierda – Unidad. Redoblemos la movilización popular que hoy ganó de punta a punta la Plaza del Congreso para lograrlo.