Con 283 mil votos, De la Rúa impuso, por primera vez, una derrota al PJ, que obtuvo 250 mil votos. De la Rúa contó con el apoyo de Pueblo Unido y recogió el voto de la mayoría de los votantes de Fuerza Republicana, que no presentó fórmula presidencial.

El PJ ganó para diputados nacionales, mediante una lista encabezada por Olijela Rivas, que se había opuesto a la ‘superley’ de ajuste de Miranda y la UCR, la cual no pudo ser sancionada debido a la rebelión popular. Sin embargo, los atrasos salariales no fueron superados. Las dos CGTs apoyaron a Miranda y a su ‘superley’. El frente autoconvocado dejó de funcionar y el proceso de lucha se fue desarticulando.

En un cierto sentido, el resultado electoral refleja una involución política si se lo compara con las parlamentarias del ‘97, cuando Pueblo Unido logró cerca del 15% de los votos (77.000). El PO triplicó sus resultados anteriores, luego de una espectacular campaña electoral, pero sólo recogió el apoyo de una fracción menor de esa masa que en el ‘97 había mostrado su disposición a romper con los partidos tradicionales.

Miranda acaba de asumir, integrando al radical Alperovich en la Secretaría de Hacienda y a toda la cúpula de la CGT en diversos cargos del gabinete y de la burocracia estatal. Ya ha anunciado que insistirá con un plan de ajuste. Incluso ha trascendido que los salarios atrasados serían retenidos en una cuenta de ahorro (forzoso).