El seudo-maoísta Ptp se encuentra en plena campaña de reivindicación del lopezreguismo con motivo de la próxima celebración del vigésimo aniversario de su derrocamiento. Se asiste así al caso patético de que un acontecimiento que debiera servir para una gran movilización democrática contra el régimen menemista (es decir, contra el gobierno Menem-Cavallo y todas las instituciones que son sus cómplices, incluídos los partidos opositores de los Mestres, Veranis, Bordones y Alvarez); de que este acontecimiento sea usado para hacer la defensa política del régimen de la triple A. Incluso, la distinción entre el régimen seudoconstitucional-paramilitar de Isabel-López Rega y la dictadura criminal de Videla, es utilizada para hacer la defensa del primero, cuando debiera servir para destacar su complicidad objetiva  y subjetiva con el golpe militar que se gestaba a la luz del día.

Una noticia reciente ilustra el total despropósito de los seudo-maoístas (no confundir a seudo-discípulos que repiten citas como autistas con los grandiosos méritos históricos de sus pretendidos maestros). Ocurre que “el ex lopezreguista Alberto Ottalagano, quien se desempeñó como rector de la Universidad de Buenos Aires durante el gobierno de Isabel Perón, se hizo cargo ayer de la defensa del ex agente de la Dina, Enrique Lautaro Arancibia Clavel, quien se encuentra procesado y con prisión preventiva por su presunta participación en el asesinato del ex jefe del ejército de Chile, general Carlos Prats González” (noticias del día 30/1).

Como se puede apreciar, el lopezreguismo fue cómplice, no de uno sino de dos regímenes militares, el de Videla y el de Pinochet, ni tampoco debe olvidarse que el golpe pinochetista tuvo lugar bajo el gobierno del lopezreguista  Lastiri, impuesto por Juan Domingo Perón, quien no hizo nada contra el golpe, en términos de advertir acerca de su inminencia y de movilizar a los pueblos de América Latina para combatirlo, sino que le otorgó un rápido reconocimiento diplomático, que sirvió para la consolidación del fascismo chileno. La relación de los Ottalagano y los pinochetistas no es de hoy, sino de hace más de veinte años.