Políticas

2/7/2020

Los negociados empresariales con la bicicleta cambiaria

En los últimos días el valor del dólar “contado con liqui” bajó desde haber superado los 120 pesos a $ 102. ¿Qué es lo que explica esta caída? Según El Cronista (1/7), “las empresas traen sus dólares y se acerca al solidario”. La nota explica que no solamente pesan las restricciones impuestas por el Banco Central, sino acuerdos con empresas multinacionales, concretamente “una automotriz europea” que trae dólares para volcar al contado con liqui. Esta oferta de dólares presiona a la baja el contado con liqui. Luego, el gobierno habilita a dicha (o dichas) empresas a acceder al dólar oficial, que es el que rige para importación. De esta manera, se ingresan dólares vendiendo a 102 y luego el gobierno le entrega los dólares para importación a 67. De esta manera el Estado habilita una bicicleta cambiaria que implica un retorno de 50% en pesos “en un par de días”.


De esta manera las empresas se hacen de retornos siderales en pesos, accediendo a un subsidio implícito por la vía de dólar para importación. El conjunto de los importadores, al tener acceso al dólar para importación, tiene la posibilidad de acceder a un dólar barato, que suele ser una fuente de negociados a través de la sobrefacturación de importaciones (se hace figurar más de lo que en realidad se compra en el exterior para poder hacerse con dólares al cambio oficial). En el caso actual, el negocio lo beneficia el Estado, dado que, en un contexto de restricciones para habilitar importaciones, favorece los pedidos de las patronales que traen dólares del exterior. El agravante es que las empresas multinacionales tienen una capacidad extra de manipulación, porque como les compran a sus casas matrices o a filiales en terceros países, tienen capacidad de manipular los precios porque se trata en realidad de precios de transferencia internos de la propia empresa.


Los gobiernos nacionalistas muchas veces venden los tipos de cambio diferenciados como una forma de administrar las divisas para el desarrollo. Pero la intervención en el mercado cambiario no conduce a una planificación económica ni a utilizar los recursos nacionales en función del desarrollo nacional.  En el caso del gobierno de Fernández, es una forma de cuidar divisas para garantizar los futuros pagos de la deuda y una fuente de negociados para sectores del empresariado con palanca en el gobierno.


En el caso actual, a pesar de las restricciones, igual se está produciendo una devaluación. La emisión monetaria combinada con la fuga de capitales está conduciendo a una devaluación “gradual” del oficial, mientras el “blue” saltó a 126 pesos y el Contado con liqui a 102 pesos. Las reservas del BCRA están en caída y el intento de “esterilizar” la emisión está conduciendo a una bola de nieve de Leliqs y pases bancarios con tasas de interés de 38% que podrían llevarse 570.000 millones de pago de intereses en el año.


Las estafas del gran capital contra el pueblo se agudizan frente a la parálisis económica y la pandemia.