Políticas

15/2/2017

Los obreros de AGR desafían al Grupo Clarín a un debate público sobre el conflicto

A raíz del "derecho a réplica" de la patronal en el programa Intratables


No contentos con censurar la voz de los trabajadores de AGR en todos los medios de comunicación posibles, el Grupo Clarín decidió pedir un absurdo derecho a réplica en el programa Intratables, que emite el canal América. El lunes por la noche, los obreros de AGR se habían movilizado a las puertas del canal para tratar de romper el cerco de las empresas de medios, que se rehúsan -debido a la presión del Grupo Clarín y a la solidaridad patronal- a difundir el conflicto e incluso otorgarle el carácter de noticia. Los obreros habían podido hablar con el conductor Santiago del Moro antes de que ingresara al programa y le habían transmitido el pedido. Del Moro dijo que transmitiría la inquietud a la producción. Minutos después, Pablo Viñas -secretario general de la Comisión Interna de AGR- explicaba el conflicto a la audiencia del programa. Al día siguiente, el Grupo Clarín envió una nota que fue leída al aire durante el programa debido al "derecho a réplica" solicitado por el conglomerado mediático liderado por Héctor Magnetto.


 



 


El Grupo Clarín mantiene, desde el inicio del conflicto en AGR, un control censor no sólo en sus propios medios -que acumulan la mayor parte de la audiencia de diarios, radios y canales de televisión y sus correspondientes sitios web- sino sobre el resto de los medios que se dedican a la comunicación. La solidaridad patronal de los empresarios de medios de comunicación produce que se evite propagar los conflictos en las compañías periodísticas y las relacionadas con los grupos empresarios. Esta solidaridad esquiva diferencias políticas previas. Por caso, el canal C5N -propiedad del empresario K Cristóbal López- se niega a incluir las noticias sobre la ocupación de una gran fábrica como AGR desde el inicio del conflicto (resistencia sólo quebrada por iniciativa de periodistas como Gustavo Sylvestre, Víctor Hugo Morales o Roberto Navarro, de peso propio en la grilla del canal). Canal 26, propiedad del empresario peronista Alberto Pierri, sacó del aire el programa 1+1=3, del periodista Luis Cúneo, por haber producido un informe sobre la inteligencia policial sobre los obreros de AGR que ni siquiera llegó a emitir en su ciclo, por presiones del Grupo Clarín. Un productor de C5N que prefirió mantener en reserva su identidad dijo a Prensa Obrera que, más allá de la solidaridad patronal entre Cristóbal López y Magnetto, la empresa había hecho correr que no se podía poner en los graphs de la programación ninguna referencia al conflicto ya que si eso sucedía corría riesgo su ubicación en la grilla de Cablevisión -propiedad del Grupo Clarín-. El paroxismo de la censura del Grupo Clarín llegó al punto de mover de lugar a los conductores de TN cuando se realizó la protesta de los obreros de AGR sobre la autopista 25 de Mayo, justo frente a los estudios que habitualmente muestran la autovía pero que, en esa oportunidad, tenían como fondo un decorado preparado especialmente para la ocasión. De más está decir que ningún programa del Grupo Clarín ha permitido la palabra no sólo a los obreros de la planta gráfica ocupada, sino que también censura a los políticos que se manifestaron solidarios con las 380 familias despedidas.


 


Los obreros de AGR reclamaron a los ejecutivos que responden a Magnetto que accedan a un debate público con los obreros de AGR para que se expongan los argumentos del cierre (fraudulento) de la planta gráfica y las razones de los trabajadores para sostener que se trata de una empresa viable -y por eso mismo su ocupación y todas las acciones de lucha posteriores, que se mantienen-. De ese modo, no tendrían que recurrir a vergonzosos e insólitos pedidos de "derecho a réplica" cuando controlan mayoritariamente el aire de casi toda la programación. Los obreros de AGR incluso plantearon que el escenario de tal debate podría ser el piso del programa Intratables. La respuesta está en manos del grupo empresario, los obreros confían en que los asiste la razón. 


 


Diferente es la solidaridad de los periodistas, no sólo del Grupo Clarín, sino de la gran mayoría de las empresas de medios, que se han mostrado solidarios con los obreros y aprovecharon los resquicios para poder transmitir la verdadera información.