Políticas

12/6/2003|804

Los piqueteros frente al gobierno de Kirchner

La entrevista con Kirchner por parte del frente de organizaciones piqueteras integrantes de la ANT resultó de una lucha política. Fue anunciada por un plan de lucha y no para apoyar al gobierno. Eso se reflejó en su gestación.


Hubo emisarios del gobierno, que pretendieron condicionar la entrevista en dos sentidos: primero, que se dejara de lado la Marcha Nacional por el Trabajo y el Salario convocada para el 11 de junio en defensa del pliego de nueve puntos planteado por el Bloque Piquetero Nacional – Polo Obrero, Movimiento Territorial de Liberación, Coordinadora de Unidad Barrial, Movimiento Teresa Rodríguez y otras corrientes – , el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados, la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, el Mtd Resistir y Vencer y el FB 19; segundo, que el Polo Obrero no fuera parte de la delegación por la intransigencia que el Presidente atribuye a esta organización, basada en su experiencia como gobernador en la provincia de Santa Cruz, en la que el Polo Obrero participa en la dirección del sindicato docente y en la Cta regional, en la de los mineros del Turbio, y es organizador de la coordinadora piquetera del norte de la provincia.


El PO fue la gran oposición política en las dos constituyentes, a la reelección del gobernador.


Ambas condiciones fueron rechazadas. La entrevista en la Casa Rosada había obtenido un triunfo antes de producirse. Ese fue el prólogo de la primera y multitudinaria movilización de los trabajadores frente al nuevo gobierno y el Polo Obrero participó de ella.


En la reunión con el Ejecutivo expusieron los reclamos Nicolás Lista (Ctd Aníbal Verón), Carlos Alberto Ibarra (Mtl), Raúl Castells (Mijd) y Néstor Pitrola (Polo Obrero). Se desgranó lo que constituye más que un petitorio reivindicativo, un programa de salida obrera a la crisis del país. Se planteó como punto sustancial el aumento general de salarios del 50% y un salario mínimo equivalente a la canasta familiar, la extensión de los planes de empleo a todos los desocupados y la duplicación de su monto, la creación de puestos genuinos de trabajo mediante la anulación de la flexibilidad laboral, la reducción de horas y planes masivos de viviendas populares y obras públicas con salarios de convenio sobre la base de bolsas de trabajo de las organizaciones piqueteras.


También se expuso la necesidad de romper con el FMI, desconocer la deuda externa y nacionalizar la banca y se puso especial énfasis en exigir la expropiación de todas las empresas bajo gestión obrera sin pago a sus vaciadores. A casi un año de la masacre, fue denunciada la impunidad que rodea los crímenes de Puente Pueyrredón reclamando el juicio y castigo de los responsables, y el desprocesamiento de todos los luchadores populares.


El Presidente no fue más allá de derivar los temas reivindicativos a sus ministros, comprometerse a no “criminalizar la protesta social”, a impulsar la investigación de los asesinatos del Puente desde los poderes del Estado, y guardar silencio sobre el conjunto de los planteos políticos.


Los medios de prensa no pudieron ocultar el fuerte contraste entre esta entrevista y la protagonizada, días antes, por la Ccc y la Ftv (Cta), que fue un salto en la integración de estas organizaciones al Estado y la reedición del pacto social que habían consumado con Rodríguez Saá y Duhalde. “No vinimos a dar el apoyo político a un gobierno”, planteó Néstor Pitrola, “sólo vamos a estar satisfechos cuando se empiecen a cumplir nuestras demandas”, sostuvo “Beto” Ibarra. En el debate había quedado claro el rechazo del “ala dura” al intento del gobierno de consumar la entrega de los planes de empleo por la vía de los “consejos consultivos” constituidos por el Estado y las ONG, y el repudio a la pretensión de utilizar a los Jefes y Jefas de Hogar como mano de obra barata en las obras públicas prometidas por el gobierno.


Es necesario que el petitorio de nueve puntos presentado, precisamente, como “demandas del movimiento obrero ocupado y desocupado”, sea propagandizado masivamente.


Será la base de la convocatoria a la Asamblea Nacional de Trabajadores del 2 de agosto, precedida por una decena de asambleas provinciales y distritales que ya empezaron con gran éxito en Santa Fe el 7 de junio.


Fue un acierto delimitar el plan de lucha y la entrevista presidencial entre los convocantes de la próxima ANT, es el método, el ámbito y la referencia política de los explotados de todo el país y de sus organizaciones de lucha. No hubo crédito al gobierno capitalista.