Políticas

25/7/2002|764

Los plomeros norteamericanos y nuestros piqueteros

Duhalde lleva tres semanas demorando el “adelantamiento” electoral. Tampoco podría hacerlo, porque ni él ni el Congreso están facultados constitucionalmente para ello.


No ha decidido siquiera si las “internas abiertas” se aplicarán también para los partidos que tienen candidato único.


El plan político del gobierno está en el limbo.


Por si esto fuera poco, la campaña ha debutado completamente podrida.


A Menem se lo ha vuelto a acusar por una coima de diez millones de dólares vinculada a un encubrimiento del atentado a la Embajada de Israel. En su desmentida, el riojano terminó admitiendo una cuenta bancaria en Suiza que hasta ahora había negado.


Los cuatro “notables” y la vicepresidenta del FMI le vetaron el planteo de dolarización.


De la Sota también empezó con el pie izquierdo; aunque lo apoya el embajador yanqui, el peronismo bonaerense le ha hecho una “cama” al decidir que las elecciones en la provincia vayan separadas de las presidenciales. Esta “cama”, se dice, sería una prueba del acuerdo de Duhalde con Menem, pero la denuncia de la coima, que ha partido del propio gobierno, podría estar probando lo contrario.


Demuestra, de todos modos, que el duhaldismo está completamente dividido. Que lo digan, si no, Lavagna y Pignanelli.


Del lado opositor se dice que Carrió se bajaría de la candidatura debido a una crisis con los socialistas. La chaqueña acaba de anunciar un programa con mucho bombo, que se destaca por el planteo de establecer un tipo de cambio adecuado para impulsar las exportaciones. Se trata del mismo eje estratégico de la fallecida Alianza. El ARI no puede ser calificado como agente de la “patria contratista”, solamente porque la “patria ” ya no existe.


Zamora, por su lado, sigue yendo con inusitada frecuencia a la tele para denunciar a la izquierda, rechazar la organización revolucionaria del pueblo e incluso la organización en general. Esto provoca la delicia de los entrevistadores. Grondona concluyó, el domingo pasado, que estaba entrevistando a un nostalgioso del socialismo utópico que reivindica las comunidades y falansterios, y a un representante recién llegado del “new age” que clama por cambios “culturales”.


En lugar de una campaña electoral tenemos entonces una desbandada del oficialismo y de la oposición.


En estas condiciones, la pretensión del gobierno de digitar la sucesión de Duhalde anuncia violencia y crisis políticas sin precedentes.


Es necesario destruir el plan oficial, por medio de la movilización, y convocar a una Constituyente con poder, sobre la base de un nuevo gobierno, de piquetes y asambleas.


La venta del grupo Perez Companc, el segundo en importancia de la burguesía nacional luego de Techint, demuestra que la descomposición política de la burguesía tiene una base económica inconfundible.


Con la desocupación en ascenso, un nuevo récord de quiebras y el 90% de los monopolios de servicios y bancos en cesación de pagos– la disolución económica del capital es irrefutable.


La compra del 58% de las acciones de Perez por parte de Petrobras es, antes que nada, otro caso de confiscación económica: el otro 42%, que incluye a los pequeños accionistas, ha sufrido una devaluación del 11% en 48 horas.


Pero Petrobras no sale mejor parada. Ya afectada por un fuerte costo de capital, la com pra de Perez deteriora su capacidad de acción internacional. La compra obedece al temor de que los capitales norteamericanos o ingleses se quedaran con PC. Es precisamente la amenaza que enfrenta Repsol de parte de British Petroleum.


Con una deuda externa impagable, Brasil se asoma a una nueva bancarrota.


Uruguay ya entró en ella, decididamente. La “corrida” a los bancos, de larga data en Paraguay, acaba de comenzar en Bolivia.


En resumen, asistimos a mucho más que al derrumbe de la burguesía nacional en toda América Latina –al derrumbe del capital.


Todo esto ocurre, sin embargo, en el marco de un derrumbe de las bolsas en todo el mundo.


Wall Street ha perdido dos billones y medio de dólares en un mes y seis billones en los dos últimos años. Es decir que los capitales que se quieren quedar con los patrimonios de otros capitalistas en América Latina, se están quedando ellos mismos sin capital para ello, e incluso ante la posibilidad de quebrar.


Por eso es completamente natural la noticia de que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O´Neill, ha “postergado” su viaje a Argentina.


El hombre que ha venido “apretando” a Argentina en el último año, se encuentra él mismo en “aprietos”. Incluso en Wall Street piden su cabeza.


El hombre que se proclamo “protector” de “los plomeros y albañiles norteamericanos” está siendo “corrido” por sus “protegidos”.


Esta caracterización de conjunto demuestra que la orientación de echar a Duhalde, completar la labor del 19 y 20 de diciembre y convocar a una Constituyente con poder, es completamente realista.


Sobre la base de esta lucha, los obreros, los piqueteros y las asambleas deben fundar un poder independiente, un congreso nacional, para que el desenlace de esta gran gran crisis sea un gobierno de trabajadores.