Políticas

9/5/2023

Amcham

Los políticos capitalistas desfilan por el cónclave de las multinacionales yanquis

Buscarán encauzar sus reclamos antiobreros.

Presidente de la Amcham.

En una nueva cumbre de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (Amcham Argentina), los políticos capitalistas desfilarán ante los CEOs de las multinacionales yanquis para canalizar sus demandas y buscar financiamiento empresarial de cara a las elecciones.

El encuentro congregará a algunos “presidenciables” del oficialismo, como Sergio Massa y Daniel Scioli, así como también estarán presentes los precandidatos de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Todos ellos van a rendirle cuentas al círculo rojo.

Demás está decir que de ese cónclave emanará una agenda profundamente antipopular. Buscan que las consecuencias del “banco de niebla”, metáfora que utilizó Facundo Gómez Minujín -el presidente de la Amcham y CEO de JP Morgan- en su discurso de apertura para referirse a la crisis nacional, las pague el pueblo trabajador con nuevas privaciones. En ese sentido, actuó como portavoz del ajuste cuando se pronunció a favor de eliminar el déficit fiscal. Ahora bien, la recesión y la inflación que describió el ejecutivo son el resultado de la huelga de inversiones, la fuga de capitales constante a manos de la burguesía y del pacto ruinoso con el FMI que esta respalda.

Paso seguido, abogó por el levantamiento del cepo cambiario, una demanda que engloba a buena parte de la clase capitalista, ya que le permitiría girar sus ganancias al exterior más fácilmente. Lo cual no es garantía de inversiones -como lo demuestra la mayor libertad cambiaria que poseen las petroleras-, pero sí aumentaría las posibilidades que tienen las patronales de desplumar más todavía las reservas del Banco Central. A su vez, implicaría un salto devaluatorio absolutamente devastador para el bolsillo de los trabajadores.

Por otra parte, los políticos invitados irán a congraciarse con el reclamo de reforma laboral, con el objetivo de engrosar los bolsillos de los empresarios incrementando la tasa de explotación obrera. Se trata de extender la precarización que se vive en el sector no registrado al conjunto de los trabajadores, por medio de liquidar los convenios colectivos. Algo que la oposición de derecha apoya más abiertamente, pero es el Frente de Todos el que actualmente lo está llevando a la práctica rama por rama, en acuerdo con la burocracia sindical, como ocurrió con la reforma flexibilizadora de Toyota.

Lo anterior tampoco es sinónimo de más inversión, puesto que prima el parasitismo capitalista. La única certeza es que la reforma laboral traerá aparejado un retroceso profundo de las condiciones de vida de la población trabajadora, mostrando que la clase social que la promueve, producto de su decadencia histórica, no tiene nada que ofrecerle a las mayorías. Aún así, como es la encargada de financiar a los partidos del régimen, solo sus exigencias resultan audibles para los sucesivos gobiernos. Además, al detentar los resortes económicos del país, puede imponer políticas en su favor por medio de golpes de mercado.

Diametralmente opuesto es el trato que reciben los sectores populares de parte de quienes gobiernan. Lo ilustra el hecho de que la titular de Desarrollo Social, Tolosa Paz, se niega a recibir al movimiento piquetero movilizado y le da la espalda a reclamos básicos como más alimento para los comedores comunitarios, planes de vivienda y trabajo genuino. Incluso, ataca a estos luchadores recortando los planes sociales a pedido del FMI.

Otro ejemplo lo vemos en el caso de la trasnacional Bridgestone, la cual, a pesar de despedir a los trabajadores que se organizan y no garantizar las condiciones de seguridad necesarias para trabajar, es premiada por Massa, quien le permite acceder a los dólares necesarios para importar neumáticos y así blindarse frente a cualquier acción de lucha dentro de la planta.

En otro orden de cosas, Minujín también señaló que “es fundamental colaborar en una agenda de trabajo entre las empresas y el gobierno argentino, enfocándonos especialmente en industrias como energía, minería, petroquímica, agronegocios, electromovilidad, economía del conocimiento y turismo”. Como vemos, la presión para que las corporaciones norteamericanas tengan un lugar preponderante en la extracción de recursos naturales de Argentina estuvo presentes en el evento. Finalmente, el rumbo de entrega y sometimiento colonial es compartido tanto por Frente de Todos como por la oposición cambiemita.

Por eso los explotados debemos construir nuestra propia alternativa política, para luchar por el poder y echar a quienes gobiernan en pos de derrotarnos.