Las estadísticas acaban de darle una bofetada a los partidos que gobiernan o han gobernado la Argentina: uno de cada tres de nosotros es pobre, cuando se tienen en cuenta las necesidades irresueltas de alimentos, servicios básicos, vivienda o cobertura de salud. 

 

La precarización laboral, la caída del salario, los tarifazos y la confiscación de la Anses, a expensas de los jubilados: éstas son, entre otras, las razones de fondo de la degradación social que padecemos.  

 

Los Macri, Massa o Cristina Kirchner no tienen otra respuesta que el asistencialismo, que llega a cuentagotas y apenas disimula el crecimiento de la miseria social. 

 

Para terminar con la pobreza es necesario luchar por un salario que cubra el costo de la canasta familiar; repartir las horas de trabajo sin afectar el salario; asegurar a la juventud el derecho a un trabajo con convenio y compatible con la formación y el estudio; terminar con la miseria jubilatoria y establecer el 82% móvil.  

 

Contra los candidatos de la pobreza, sumate al Partido Obrero y al Frente de Izquierda.