Políticas

28/5/2012|1223

Los Schoklender presos, un régimen político en el banquillo

Oyarbide se tomó un tiempo considerable para detener a los hermanos Schoklender y a su socio, Alejandro Gotkin, por el desvío de fondos públicos equivalentes a 283 millones de pesos. Se trata del 40% del total de fondos que recibió la fundación Madres de Plaza de Mayo para la construcción de viviendas, unos 765 millones de pesos. Este saqueo habría sido imposible sin complicidades de la Secretaría de Obras Públicas y del Ministerio de Planificación. Los funcionarios de De Vido giraban el dinero a la Fundación y tenían la responsabilidad de controlar el uso de los fondos y la ejecución de las obras. Otro tanto vale para las provincias y municipios (entre ellos, la Ciudad de Buenos Aires), que contrataban directamente a la Fundación para la construcción de viviendas.


Ocurre que los Shocklender amenazan con prender el ventilador. La crisis, como se ve, está lejos de terminar. Por otro lado, han salido a la lucha los trabajadores de las obras de las Madres, quienes fueron transferidos a una cooperativa del Movimiento Evita. Los trabajadores denuncian que están en negro, sin derechos laborales y que les paga un puntero de la Ciudad Oculta, que en el pasado fue jefe de seguridad de la patota de Schoklender. El Chino Navarro difícilmente transmita lo que ocurre en alguno de sus programas de televisión


Estas responsabilidades no se sustancian en la misma causa de los Shocklender; no hay ningún funcionario imputado. La causa está parada desde hace un año, a la espera de un informe de la Auditoría General de la Nación. La hija de Hebe será indagada por la compra departamentos. Bonafini está en el candelero.


Los Schoklender son una expresión genuina del kirchnerismo: la cooptación prebendaria. Es un método de gobierno que entró en crisis y debe ir también al banquillo de acusados.