Políticas

27/7/1994|424

Los trabajadores de la AMIA

En lugar de 100, las víctimas fatales podrían fácilmente haber ascendido a más de 200, si el atentado a la AMIA se hubiera efectuado un par de meses antes. Es que en estos últimos meses la patronal hizo una profunda “racionalización  administrativa” , obligando al “retiro voluntario”  (léase despido encubierto) a más de 100 trabajadores. Porque en la AMIA había trabajadores que estaban afiliados a su sindicato: la Unión de Trabajadores  Deportivos y Civiles (UTEDYC).


La Comisión Interna Gremial de la AMIA encabezó hace unos años atrás la opositora y antiburocrática Lista Naranja, que se enfrentó a la burocracia, hoy menemista, de Taliano y compañía. La Lista Naranja era un frente de militantes sindicales de la izquierda (PO, Mas) e independientes, que reagrupó a lo mejor del activismo del gremio. Esta Interna es la que realizó petitorios, quites de colaboración y otras medidas para arrancar aumentos salariales y conquistas.


Bajo los escombros del atentado está aún sepultado Claudio Ubfval, ex militante de la UJS en la década del 70 y que recientemente había firmado las adhesiones para que la justicia legalizara electoralmente al PO en la Capital. Leía nuestra revista teórica y nuestra prensa (no regularmente, porque nosotros no le alcanzábamos todos los números), aportó a la anterior Campaña Financiera y simpatizaba con la lucha de los explotados.


Las 100 víctimas de la AMIA son en su mayoría trabajadores. A sus familiares y amigos, nuestro respeto y solidaridad. El PO compromete su movilización política para reclamar una Comisión Independiente del gobierno, que tome a su cargo la investigación de este atentado y de todos los otros que hace años vienen afectando a los trabajadores argentinos (agresiones a los periodistas, a los estudiantes, asesinato del soldado Carrasco, etc.) y que el gobierno menemista encubre.