La mayoría de los llamados referentes de "la lucha contra la corrupción" tienen un denominador común en su pasado: el apoyo a la mayor de todas las corruptelas nacionales. Nos referimos a las sucesivas refinanciaciones y "canjes" de la deuda externa, en beneficio de los usureros internacionales. Carrió misma apoyó al gobierno de la Alianza, del cual Terragno (otro de sus socios) fue jefe de gabinete. De La Rúa incrementó la deuda externa en sólo dos años en más de 26.000 millones de dólares, con el agravante que, a través del "megacanje" (2001), los bancos extranjeros le transfirieron a los bancos nacionales y estatales y a las AFJP (que administraban los fondos de los jubilados) más de 20.000 millones de dólares de deuda, para inmunizarse frente al "defol" en ciernes del gobierno de la Alianza. El otro referente de Unen, Prat Gay, al frente del Banco Central durante el gobierno de Duhalde primero, y Kirchner después, defendió la emisión de nueva deuda externa por más de 10.000 millones de dólares para compensar a los bancos por la llamada pesificación asimétrica (así se llamó a la pesificación -y desvalorización- de las deudas de la burguesía industrial) , mientras los fondos de los jubilados se depreciaban con otra pesificación aún más asimétrica (los bonos en dólares de las cuentas de los jubilados en las AFJP se pesificaron con quitas del 30%, mientras el gobierno le seguía pagando al FMI sin quitas y avanzaba en el canje de la deuda con el resto de los acreedores bajo ley extranjera y en dólares). Por su intervención al frente del J.P. Morgan en el megacanje de De La Rúa-Cavallo, Prat Gay está imputado judicialmente. El fiscal Oscar Almirante señaló que "existió un plan destinado a proteger y favorecer a determinados grupos de poder económico y en especial a los patrimonios de los bancos". La cita la publicó Mario Cafiero, impulsor del juicio contra Prat Gay y dirigente del partido de Solanas. Ambos se han llamado a silencio acerca del oscuro pasado de su actual aliado, al cual se han subordinado políticamente. Sólo el Frente de Izquierda plantea el desconocimiento de esta deuda usuraria, y rescatar los intereses de la mayoría nacional que vive de su trabajo.