Martín Lousteau hizo declaraciones contra su rival en la interna porteña de Juntos por el Cambio del PRO, Jorge Macri, cuya candidatura consideró que “no es constitucional” y que hasta es una “falta de respeto” por “haber gobernado hasta hace poco un municipio del tamaño del barrio de Belgrano”. Sin embargo, la única candidata a jefa de gobierno que impugnó realmente la postulación del primo del expresidente es Vanina Biasi, del Frente de Izquierda, quien sentenció que “ni Lousteau ni el peronismo se sintieron invitados a decir ‘voy a impedir que Mauricio Macri retome sus negocios con la caja del Estado’, los únicos que no tenemos negociados con el macrismo somos nosotros”.

Lousteau aseguró que “no le gusta la doble vara”. “No puedo un día quejarme porque Uñac puso al hermano pero que no me parezca raro que pongan al primo”, dijo el radical comparando la maniobra del peronismo en San Juan con la de Macri en la capital. “Es raro para un espacio que después dice que quiere elevar la institucionalidad”, agregó. Después de esto, se calló la boca ante el fallo del Tribunal Electoral de la Ciudad de Buenos que, al servicio del poder Ejecutivo porteño, avaló con fundamentos escandalosos la candidatura de Jorge Macri. En contraste con semejante impostura, Biasi apeló la resolución y anunció que llevará el caso hasta la Corte Suprema.

La dirigente del Partido Obrero y cabeza en la capital de la lista Unidad de Luchadores y la Izquierda calificó al fallo del Tribunal Electoral como “un mamarracho jurídico” y explicó que “el expresidente Mauricio Macri lo eligió para que cuide sus negocios multimillonarios en la ciudad, los de su primo Calcaterra y los de Caputo. Es un acto de nepotismo”. “Basta de privilegios para los políticos capitalistas. La Ciudad no puede ser el botín familiar de los Macri y sus amigos”, declaró Vanina Biasi.

También sostuvo que Lousteau no impugnó judicialmente la candidatura que él mismo define como ilegal “porque aceptó este acuerdo político al interior de Juntos por el Cambio”, e indicó que tampoco lo hizo el peronismo. Es una cuestión de los intereses sociales que defienden, y una muestra de que la disputa es por la administración de los negocios millonarios con la patria contratista y la especulación inmobiliaria, no por una ciudad que deje de expulsar a los trabajadores a la periferia ni resuelva las necesidades habitacionales, educativas o sanitarias de la población.

Una confirmación de esta comunidad entre supuestos halcones y palomas dentro de JxC es que el nominado por la UCR aprovechó sus salida mediáticas criticando a Jorge Macri para resaltar que promueve nuevo Código de Convivencia que penalice las manifestaciones, tomando como bandera los recortes de Larreta en la asistencia social a las familias de “los que lleven chicos a los cortes de calles”. Esa es la única respuesta que tiene a quienes reclaman por trabajo genuino y alimentos para los comedores. Una continuidad de la misma política capitalista que sufren los trabajadores de la ciudad.

Solo la izquierda que se planta junto a la lucha piquetera, por la vivienda, con los reclamos salariales de la docencia y los residentes, por presupuesto para salud y educación, es también la única que se plantó contra la inconstitucional candidatura de Macri.

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