Lugano sin gas

¿Para quién está bueno Buenos Aires?

Los vecinos del complejo habitacional Piedrabuena, del barrio de Lugano, cortaron calles para denunciar la falta de gas en el complejo dependiente del Instituto de Vivienda de la Ciudad. A esto se suma el constante deterioro edilicio del complejo, varias veces denunciado por los vecinos.

En abril de 2005, la Legislatura sancionó la Ley 1686, que declaró la emergencia edilicia de este barrio y estableció un plazo de un año para empezar a solucionar los problemas. Fue un saludo a la bandera: las fallas estructurales y los vicios de construcción siguen, las mejoras en infraestructura y el saneamiento ambiental siguen pendientes.

Quienes no tienen gas deben pasar el invierno con garrafas, diez veces más caras que el gas natural. Mientras tanto, los vecinos siguen pagando, ya que el gobierno no entrega el servicio de gas pero sí su boleta.

La falta de gas no es patrimonio exclusivo del complejo Piedrabuena. Los 60 colegios que carecen de gas son un claro testimonio de esto. El gobierno macrista, en apenas pocos meses, ha fracasado en las cuestiones más elementales.

Tampoco es exclusividad del Piedrabuena la crisis edilicia, todo el barrio de Lugano se encuentra en una crisis similar. Lo evidencia el caso de la torre 1 del barrio General Savio, donde se incendió uno de los ascensores, lo que llevó a los vecinos de esta torre, junto a los de la 2 y la 3, a cortar la calle Cafayate.

Al igual que en el resto del barrio, los complejos del IVC tienen grandes fallas edilicias que ponen la vida de los vecinos en un continuo riesgo. Es el mismo IVC, junto al gobierno, el que debe encargarse de la reconstrucción y de los arreglos de las viviendas.

Ante estos atropellos, y sabiendo que los cortes seguirán, los vecinos debemos organizarnos. El Partido Obrero de Lugano exige la inmediata instalación y rehabilitación del servicio y el arreglo inmediato de los edificios.

Juliana (Lugano)