El intendente Leonardo Boto (Frente de Todos), desde que asumió al mando del municipio bonaerense de Luján en diciembre del 2019, avanzó con la privatización del servicio de recolección de residuos llevándola a un 100%.

Hasta principios del corriente año, el esquema de la recolección de basura del distrito era en un 70% prestado por la empresa Terminal Multipropósito y el 30% restante por los recolectores municipales. Sin embargo, en marzo de 2020, se desplaza a los trabajadores del municipio de esas tareas, contratando a la Cooperativa Usina Eco para completar la cobertura junto a Terminal Multipropósito. En su momento, con la excusa de “optimizar recursos” y en represalia a las medidas de fuerza en reclamo de mejores salarios y condiciones laborales por parte de los trabajadores municipales, Usina Eco fue “contratada hasta el 18 de junio por un monto de 10.705.650 pesos, que se abonó en tres cuotas iguales. A pesar de la cifra millonaria, la cooperativa estaba utilizando dos camiones del Taller Nº1 y cargando combustible a nombre de la Municipalidad” (El Civismo 23/7/2020).

La contratación de Usina Eco no derivó en una mejora sustancial del servicio, ya que son numerosas las quejas de los vecinos de diversos barrios. A pesar de eso, el municipio decidió recientemente renovarle el contrato a esta cooperativa por otros tres meses, con un aumento del 18% (de 10 a 12 millones de pesos) y con sus  trabajadores ultraprecarizados y sin ningún convenio colectivo. Mientras el gobierno local le niega un aumento salarial a los trabajadores municipales con el pretexto de la baja en la recaudación fiscal, las empresas recolectoras se llevan cifras multimillonarias del presupuesto municipal. Sólo a números del año pasado, a Terminal Multipropósito se le otorgaron más de $ 35.000.000 y en lo que va de este año a Usina Eco se le terminará dando más de $ 22.000.000. O sea, una friolera de casi 60 millones de pesos por el momento. Cifra que puede aumentar, si se le renueva el contrato a la cooperativa Usina Eco para los últimos tres meses del 2020.

A partir del panorama descripto es necesario preguntarnos como debería ser el servicio de recolección de residuos en Luján. Nosotros entendemos que los recursos que se dilapidan a través de las concesiones a ambas empresas mencionadas, no solo alcanzan para una gestión del propio municipio, bajo control de los recolectores, sino también para la renovación del parque automotor y de maquinarias y un aumento salarial en regla para el conjunto de los trabajadores y jubilados municipales.

Es importante, también, llamar a los vecinos de los barrios para discutir junto a los recolectores una salida integral para el tratamiento de los residuos que contemple las modalidades en la recolección, campañas de educación ambiental y su disposición final.