Políticas
29/7/2017
Macri en la Rural: con un regalo bajo el brazo
Inauguró la muestra 24 horas después de la firma de un acuerdo que ataca las condiciones laborales de los trabajadores rurales.
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Macri fue recibido calurosamente por los capitalistas agrarios, por segunda vez desde que es presidente, en la muestra de la Sociedad Rural.
Llegó a dicha muestra con un pan bajo el brazo: el acuerdo de competitividad en el campo suscripto ayer por tres ministerios, las cámaras patronales del sector y la burocracia de Uatre, que profundiza aún más -si eso fuera posible- las condiciones de superexplotación de los trabajadores rurales. En reconocimiento a esta enésima traición de Uatre, el presidente arrancó su discurso recordando al fenecido titular del gremio, “Momo” Venegas.
El presidente reivindicó la política de beneficios para el sector, que incluyó la devaluación de comienzos de su gobierno, la eliminación de las retenciones al trigo y girasol y la rebaja en el caso de la soja, etc. Como tributo, los popes de la Rural lo correspondieron con una tribuna de campaña electoral y un discurso elogioso por parte de su titular (en que advirtió, no obstante, que deben bajarse aún más los impuestos al sector y protegerlo en un eventual acuerdo Mercosur-Unión Europea). Hubo referencias a la corrupción K en la obra pública, hipócritas, ya que Odebrecht mete a macristas y kirchneristas en el mismo lodo.
Bajo el objetivo de “fomentar la productividad del sector”, el acuerdo de competitividad suscripto ayer instituye cambios en las actividades laborales de la agroindustria. Y aunque a las patronales les hubiese gustado que el acuerdo fuera más a fondo y resultara más preciso, se traza una hoja de ruta tendiente a eliminar todo tipo de barreras en la explotación del trabajo. En la recolección de arándanos, por ejemplo, se elimina la cantidad máxima a cosechar por trabajador. En el sector avícola, se avanza sobre los límites establecidos en la actividad nocturna. La Nación (27/7) tituló que se trata de una reforma “al estilo de Vaca Muerta”, en referencia a los cambios flexibilizadores (adenda) introducidos en el convenio colectivo de petroleros, con la anuencia de la burocracia sindical.
Para congraciarse con las patronales, el gobierno pretende hundir aún más a los explotados de un sector marcado por los salarios más bajos, el trabajo no registrado y el trabajo infantil. Cuando Macri y el titular de la Sociedad Rural, Luis Etchevehere, se refieren genéricamente en sus discursos al “campo” y celebran una supuesta cosecha récord, ocultan deliberadamente la realidad contradictoria que se esconde tras él.
El ataque de Macri y las patronales agrarias forma parte, claro está, de una ofensiva general sobre los convenios colectivos que tiene otras manifestaciones en la industria automotriz, la marina mercante y el sector lácteo. Y de la agitación de una reforma laboral “a la brasileña”.
Para derrotar la ofensiva antiobrera del gobierno y las patronales, desarrollemos una alternativa política de los trabajadores y votemos al Frente de Izquierda.