Políticas

3/5/2019

Macri en Vaca Muerta: pidiendo la escupidera y con el disco rayado

El presidente Mauricio Macri ha aprovechado su presencia en Vaca Muerta, participando de la inauguración del oleoducto Loma Campana-Lago Pellegrini, para reafirmar su convocatoria a la oposición a firmar el acuerdo de los 10 puntos programáticos, que están en línea con las exigencias del FMI y la Unión Industrial Argentina. En la conferencia de prensa, en la que además de Macri participó también el gobernador neuquino Omar Gutiérrez (MPN), el presidente pidió “generosidad” a la “oposición”, para poder “decirle al mundo que esto que hemos empezado va a continuar”. Es decir, que se cumplirá con el pago de la deuda externa y que se irá a fondo con las reformas laboral, previsional e impositiva en beneficio de la clase capitalista, entre otras cuestiones.


Sucede que Macri llegó a Neuquén con la noticia fresca del rechazo de Roberto Lavagna a firmar los puntos programáticos. El mismo no residiría en el contenido de los puntos, sino más bien en una cuestión de oportunidad política. Lavagna ha declarado en numerosas ocasiones su voluntad de proceder a renegociar con el FMI y a realizar las reformas requeridas por la clase capitalista. La insistencia de Macri a la oposición patronal a que adhiera a los 10 puntos programáticos, responde a la necesidad imperiosa del macrismo de calmar a los mercados en la víspera de la presentación de listas y del proceso electoral. Macri comprende que una nueva corrida cambiaria, ni hablemos ya de una corrida bancaria, podría ser el final adelantado del gobierno.


Por su parte, el gobernador Omar Gutiérrez planteó la necesidad de que “en el país seamos capaces de construir acuerdos básicos”, esgrimiendo una claro apoyo a los 10 puntos programáticos y dándole un espaldarazo al gobierno nacional. La “revolución productiva” de la que habló el gobernador neuquino en su discurso contrasta con el reciente anuncio de parálisis de la Planta de Industrial de Agua Pesada, dependiente de la empresa estatal ENSI. Contrasta también con el cuadro de ahogo financiero que padecen las fábricas ceramistas bajo gestión obrera, que amanecieron hoy realizando un piquete en la ruta del petróleo en reclamo de que el gobierno cumpla con su compromiso de compra de cerámicos. El panorama de “progreso y prosperidad” del que habló Gutiérrez fue refutado por el movimiento secundario en la misma mañana de hoy, que se movilizó por la infraestructura escolar ante el cuadro de derrumbe educativo.


Exceptuando el llamado a “firmar acuerdos y consensos”, el discurso del presidente Macri pareció un replay de sus anteriores discursos en Vaca Muerta:  reivindicó los tarifazos, la flexibilización laboral y la entrega energética, tal cual lo hizo hace un año atrás desde el mismo lugar, en el área Loma Campana que operan YPF y Chevron. Pero en el curso de este último año ha corrido mucha agua bajo el puente: la dolarización energética ha sido un elemento determinante de la recesión económica y la parálisis industrial, que ha llegado a su pico en el último año. De la mano de la flexibilización laboral, durante los últimos 15 meses se han producido cinco muertes obreras en los yacimientos neuquinos, y se ha derrumbado el poder adquisitivo de los obreros petroleros, lo que hoy representa un factor de crisis en la paritaria del sector.


A todo esto se le suma que, a diferencia de los anteriores discursos de Macri en Vaca Muerta, el reciente se realizó en el marco de una agudización de la bancarrota económica del país y de un derrumbe político del gobierno. Así la cosas, lo que en el pasado pudo haber generado ilusiones o esperanzas en algún sector de la población, en la actualidad no logra despertar ni el menor entusiasmo.