Macri en Vaca Muerta: un pacto de impunidad con Techint

Seguir
La presencia de Mauricio Macri en Neuquén para reunirse con empresarios, funcionarios provinciales y sindicalistas, y anunciar la proyección de la duplicación de la producción de gas y petróleo en el curso de los próximos cinco años, esconde el pacto de impunidad del Presidente con el principal exponente de la burguesía nacional argentina.
Sucede que entre los empresarios con quienes se reunió Macri se encuentra Paolo Rocca, el CEO del grupo Techint. La empresa petrolera del grupo, Tecpetrol, opera Fortín de Piedra, uno de los únicos tres yacimientos que ha desarrollado la producción masiva de gas en el último período en la provincia. Techint se encuentra fuertemente involucrada en la causa de los cuadernos de Centeno, a tal punto que uno de sus ejecutivos se encuentra preso. La foto entre el Presidente y el CEO de Techint se produce a días de que el juez Claudio Bonadío estableciera poner un coto hasta 2008 en la investigación de los cuadernos, justamente para absolver a las familias Macri y Rocca. En aquellos años, IECSA estaba a nombre de los Macri y participaba de mesas de cartelización y reparto de la obra pública. Por su parte, Techint admitió sobornar en 2008 a los Kirchner para que gestione el pago de una jugosa indemnización por la expropiación de Sidor en Venezuela.
La foto entre Macri y Rocca representa una señal política inconfundible. El gobierno busca evitar una ruptura con el grupo Techint, tejiendo con él un pacto de impunidad. Desde la óptica del macrismo, la causa de los cuadernos de Centeno debe servir para golpear políticamente al kirchnerismo y para remover a parte de la burguesía nacional del negocio de la obra pública en favor de los grupos económicos que determine el imperialismo yanqui. Es claro, sin embargo, que el principal grupo de la Unión Industrial Argentina quedará fuera de volteada.
A puro humo
Como parte de su visita a Vaca Muerta, Macri ha anunciado con bombos y platillos el comienzo de exportación de gas a Chile. El anuncio no significa, sin embargo, la reversión del déficit energético nacional. Durante los meses de mayor consumo, la Argentina sigue siendo dependiente de la importación de gas natural desde Bolivia, de los buques de GNL que llegan a Bahía Blanca y desde el propio Chile.
Sólo tres áreas han logrado la producción masiva (Fortín de Piedra de Tecpetrol, El Orejano de YPF-Dow y Loma Campana de YPF-Chevron). Pero eso no puede tapar que, según la información oficial, en abril de este año se produce en Neuquén apenas el 80% del gas producido en mayo de 2001. Un período de caída del PBI y recesión industrial. Sucede que toda la inversión en esas tres áreas no llega a compensar la desinversión en otras. Lo mismo vale para el petróleo, el propio gobernador ha tenido que reconocer que a mitad del año en curso, recién se está alcanzado la producción de 2009, otro período recesivo y de caída y crisis en la actividad del sector.
A su vez, es necesario insistir que el llamado ‘repunte de la producción’ se logra, por un lado, gracias a un esquema de gas subsidiado que le sale muy caro a un Estado que se encuentra en busca de revertir el déficit fiscal. Por eso, sólo ocho de 20 compañías han ingresado al plan de subsidios de gas, entre las que se encuentra Tecpetrol. Por otro lado, el aumento de la producción se ha logrado a expensas de los obreros del sector, que desde hace un año y medio padecen la flexibilización de su convenio colectivo de trabajo, lo que ha multiplicado los accidentes laborales y las muertes obreras en la industria.
No es casual que Macri haya visitado Vaca Muerta y haya hablado desde el área Loma Campana, el día en el que se cumple el quinto aniversario del pacto YPF-Chevron. De la mano de aquel pacto que tejió el gobierno kirchnerista con la petrolera yanqui, y que el gobierno macrista mantiene oculto, se le dio inicio a toda la política de entrega de Vaca Muerta y de flexibilización laboral que el macrismo pretende llevar hasta el final.