Luego de que se conocieran los datos de inflación de abril, cuyo índice mensual fue de 8,4%, Mauricio Macri publicó una carta en la cual afirma que el gobierno ni siquiera intenta frenar la escalada inflacionaria. Lo que el exmandatario intenta disimular es que la situación actual tiene fuertes similitudes con el final de su mandato: inflación, devaluación, corrida cambiaria, cepo cambiario y superendeudamiento con el FMI para financiar la fuga de capitales, entre otras.

Macri le atribuye el carácter imparable de la inflación a la política de emisión del Banco Central la cual, según dice, sería destinada a financiar al Estado (es decir, al Tesoro Nacional): "Lo único que sirve es ordenarse. Ordenar las cuentas públicas y que nunca jamás el Banco Central imprima billetes para financiar al Estado, por ejemplo". Sin embargo, durante su gobierno se restringió la emisión para financiar al Tesoro Nacional, pero la inflación se sostuvo. Al mismo tiempo, igualmente el BCRA emitía, pero para pagar intereses usurarios de Leliqs, lo que beneficiaba a la banca pero fogoneaba la inflación.

Lo mismo pasa hoy. Los números demuestran que la emisión no va a parar a salarios y jubilaciones, que es lo que quiere ajustar el macrismo, sino que se destina en un 61% a intereses de Leliqs. Esta hipoteca empezó como una presunta medida para absorber pesos del mercado y así contener la inflación, como si esta fuera tan solo un fenómeno monetario, lo que finalmente tuvo el efecto contrario. Ahora, el BCRA tiene un stock de estos pasivos que supera los $12 billones, cuyos intereses va pagando a costa de emisión, que se vuelve a absorber mediante Leliqs y pases. Este esquema en beneficio de la banca jamás ha sido desmantelado por el gobierno del Frente de Todos, refinancian los vencimientos constantemente favoreciendo la bola de nieve de deuda, generando más emisión y, por ende, más inflación, lo que golpea únicamente al bolsillo de los laburantes.

A su vez, el expresidente sostuvo: “insisten con la 'falta de dólares', la 'restricción externa' o 'inflación multicausal', todos conceptos que ya no usa nadie fuera del país (quizás sólo en Venezuela)”. Macri trata de ocultar que, al igual que termina ahora el Frente de Todos, durante su gobierno se secaron las reservas del Central porque se utilizaron para financiar la corrida cambiaria y la fuga de capitales. Tanto es así que recurrió al FMI, firmando un acuerdo de efectos inflacionarios (¡tarifazos!) que constituye un yugo a las finanzas nacionales y viabiliza el saqueo de los recursos estratégicos del país. Por eso la presidencia de Cambiemos terminó como el gobierno hoy, pidiendo rescates al capital financiero para llegar al final de su mandato, con devaluaciones que disparan los precios y un Estado en virtual quebranto.

Queda claro que los políticos capitalistas, independientemente del color político, son los que nos han traído a esta debacle, donde la inflación azota los bolsillos populares, la pobreza crece cada vez más y los únicos que se benefician con la crisis es el capital financiero, la banca y los especuladores. Milei aprovecha este fracaso para proponer una dolarización y la disolución del Banco Central, lo que se traduciría en salarios hiperdevaluados, más endeudamiento y un país a la intemperie de los vaivenes financieros internacionales. Hay que echarlos a todos para que tomen las riendas del país quienes generan la riqueza nacional, los trabajadores.

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