Luego de oficializar a la Argentina como sede mundial del primer “Partido de la Paz”, la fundación del Papa “Scholas Occurrentes” ha sido beneficiada con 16,6 millones de pesos para sostenimiento de sus actividades en el país. Esto ocurre en medio de la difusión de los números de la pobreza y de las gestiones del gobierno de Macri, para colocar a la Iglesia como mediador en su rol de contención social.

 

Esa red educativa es una fundación canónica privada que está penetrando desde hace tres años en las escuelas medias del país. En su momento, bajo el gobierno anterior, una ley la declaró de interés nacional.

 

Esta penetración fue habilitada con la derogación del artículo 8° de la Ley Educativa N 1.420. Esta ley, a pesar de no haber sido estrictamente laica, restringía la educación religiosa, otorgando la opción por fuera del ámbito escolar. La actual ley 26.206, sancionada bajo el kirchnerismo, permite a las provincias habilitar la educación religiosa en las escuelas, como Salta, Tucumán, entre otras.

 

A través de una plataforma virtual, y de un reclutamiento a partir de charlas en las escuelas, se formaliza la injerencia de las ONG y fundaciones del clero en la educación pública. Su página web presenta, como parte de su misión, difundir los valores sociales y familiares cristianos, verdaderos obstáculos para una educación sexual científica y laica.

 

Las convocatorias las hace el propio gobierno a través de su Ministerio de Educación, apuntando a las escuelas denominadas “vulnerables” -es decir, alistando a los jóvenes que viven la precarización laboral y la desocupación para organizarlos en la Iglesia.

 

La entrega de esta partida de dinero al clero, ilustra no solamente la continuidad política de una relación profunda entre la Iglesia y el gobierno, metiéndose directamente en el sistema educativo, sino como señalaron los propios funcionarios del gobierno que comunicaron la noticia “es un dar y un recibir” (Clarín, 29/5).

 

La bancada del FIT-PO en la Legislatura porteña ya ha presentado su rechazo a esta entrega de dinero, como parte de una denuncia más integral al rol de la Iglesia y el gobierno en las escuelas de la Ciudad.