Políticas

11/4/2013|1263

Macri recorta subsidios a la educación privada

El gobierno de la Ciudad anunció un recorte de subsidios a los colegios privados por un monto aproximado a los 200 millones de dólares. La medida generó el rechazo de la asociación que nuclea a los empresarios del sector, aunque no de la Iglesia. La reducción será compensada con un aumento de las cuotas de hasta un 26 por ciento. Lo que emerge de aquí es que la educación privada no es una salida para el derrumbe de la educación pública -salvo para una exigua minoría de millonarios que ha construido, desde siempre, su sistema de educación propio. En la Ciudad, la matrícula privada supera a la pública, de modo que el golpe social es enorme. Los sindicatos deberían tomar cuenta de esto, porque eleva en forma considerable el costo de la canasta familiar a la hora de discutir los convenios de trabajo.


El ‘cuotazo’ del macrismo simplemente demuestra la inviabilidad de la llamada ‘educación pública de gestión privada’. El derrumbe de la educación pública solamente puede ser superado por una reformulación estratégica del presupuesto del Estado, el cual, por un lado, debe privilegiar fuertemente la salud, la educación y la vivienda popular -y no la especulación inmobiliaria- y, por el otro, debe afectar fuertemente las ganancias capitalistas, en especial con impuestos a los bancos y a los pulpos inmobiliarios y de servicios. Es pura hipocresía, en estas condiciones, difundir una publicidad que advierte que los alumnos no pueden ser expulsados por incumplimiento en el pago de las cuotas. La educación debe ser estatal, laica y gratuita.


Llamamos a las organizaciones docentes y estudiantiles a adoptar este programa como un plan de lucha y evitar la trampa de ignorar las penurias de los trabajadores que pagan una escuela privada.