Políticas

21/3/2007|984

"Macri, Telerman, Filmus: ustedes destruyeron la ciudad"

Discurso de Marcelo Ramal


Compañeras y compañeros: Bienvenidos todos a este acto. Un acto que hacemos en los momentos en que ya se están delineando los campos en una campaña electoral como la que vamos a enfrentar aquí en la Capital Federal.


 


Ellos


 


Compañeras, compañeros: el Presidente que en este país está diciendo, él y prácticamente todos, que en octubre próximo se va a llevar puestas a las elecciones nacionales, ese Presidente, acá en la Ciudad de Buenos Aires, ha colocado un candidato que está remando penosamente entre el segundo, tercero o cuarto lugar, al menos por ahora. (...)


 


Daniel Filmus ha participado de todas las experiencias de destrucción de la educación argentina y porteña en los últimos quince años. Fue secretario de Educación de Grosso, después armó la Ley Federal de Educación menemista, volvió a la Ciudad con Ibarra, armó la nueva ley reaccionaria de educación, ahora con Kirchner está llevando adelante la política del Banco Mundial. Sólo que esto no es suficiente: es puntero del Partido Justicialista de la Capital Federal, con Alberto Fernández, con Víctor Santamaría, con todos los elementos de la derecha peronista porteña.


 


Pero con todo esto, y con el gobierno nacional atrás, no sabe todavía en qué puesto va a jugar. Desde ese lugar de desconcierto ha sumado en estas horas a otro bloque en desconcierto, integrado también por un banquero, Carlos Heller, por un ex jefe de gobierno destituido como resultado del repudio popular, y por otros elementos. Hasta cierto punto, esto forma parte de la desintegración política de todos los procesos políticos del país. Filmus lleva a los punteros del PJ, por un lado, y a los “progresistas” de Ibarra, por el otro. A Víctor Santamaría, secretario del sindicato de porteros, y a gente colocada por Ibarra y por el dueño del Banco Credicoop y de la AFJP Previsol, es decir, de la jubilación privada. Uno a la derecha, otro a la izquierda. Pero la AFJP Previsol tiene entre sus socios a la burocracia patronal del sindicato de porteros de Víctor Santamaría. Es decir que el candidato Daniel Filmus lleva a los que traicionaron las luchas y los reclamos salariales de los porteros. Y a los que explotan a los porteros por medio de la jubilación privada. Este es el armado de la Capital Federal, un armado que simplemente encubre camarillas capitalistas, grupos de negocios, gente que quiere avanzar en la liquidación de conquistas sociales de los trabajadores, de los vecinos de la ciudad.


 


En el otro campo de los que, insisto, van a decir que “quieren combatir a Macri”, tenemos a Jorge Telerman, el ex vice-jefe de gobierno de Ibarra. Pero, ¿quién presentó a Telerman a Ibarra? Fue Eduardo Duhalde. Telerman es un hombre del duhaldismo. Estuvo en los ‘90 con Menem y Duhalde, de ahí sus lazos profundos con la Iglesia. Con él, un pedazo del Partido Socialista, un pedazo de la Unión Cívica Radical, un pedazo de algunos punteros justicialistas.


 


Esta es la realidad de los que dicen que van a “combatir a la derecha” de la ciudad. Una enorme estafa política en el arranque. Cuando uno ve esta trayectoria, inmediatamente entiende por qué cada uno de ellos está, en primer lugar, preocupado por ver cómo hace para ocultar el pasado. Los afiches en la calle de Filmus dicen: “¿Te gusta Buenos Aires? Bueno, si es limpia, mejor”. El otro, nos habla de la Buenos Aires sin baches. Pero, Filmus, Telerman, Macri: ¡fueron ustedes los que ensuciaron Buenos Aires! ¡Los baches los pusieron ustedes! ¡Ustedes liquidaron el hospital público y la educación de esta ciudad! Un enorme operativo intenta disimular el pasado de quienes hoy se postulan para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad. Tenemos, por otra parte, a Claudio Lozano, que ha llenado de afiches la ciudad con la consigna de que va “a recorrer Buenos Aires manzana por manzana”. Se acordó un poco tarde... Si hubiera pasado, por ejemplo, por la manzana del Teatro Colón, se habría enterado de que el Teatro está cerrado y que lo van a privatizar, y que los trabajadores de ese teatro están esperando que la conducción de ATE y la agrupación Germán Abdala hagan algo. Si ya hubiera recorrido la ciudad manzana por manzana, sabría que en el Indec los trabajadores están siendo vejados, maltratados y flexibilizados para estafar con el índice de precios, y que las asambleas reclamaron por su agrupación y por ATE... Quiero saludar que en el Teatro Colón, en el Indec y en muchas otras reparticiones, la Lista Violeta de ATE se ha presentado y va a librar batalla contra los burócratas de un sindicato estatal entregado al gobierno.


 


La vivienda


 


Compañeros, ningún afiche, ningún slogan barato puede disimular la ciudad que nos han dejado todos ellos. Incluido Claudio Lozano, que entró como diputado colgado de la lista de Ibarra. La ciudad que nos han dejado, esa ciudad que emergió brutalmente cuando un asentamiento se incendió, el de la Villa El Cartón, cuando sus vecinos tuvieron que ir a parar a albergues infectos, a lugares donde todavía hoy están hacinados.


 


Allí saltó una cifra que ganó todos los medios en pocos días: en la ciudad de Buenos Aires, en plena reactivación económica, en la ciudad del boom inmobiliario, en la ciudad del boom constructivo, en cinco años nacieron veinticuatro nuevos asentamientos. (...) Los asentamientos se desarrollan y crecen porque las villas miseria de la ciudad estallan de vecinos que ya no pueden vivir allí y se tienen que ir a un asentamiento. Y si las villas estallan, es porque en las pensiones y los hoteles de la ciudad hay muchos que ya no los pueden pagar. Y las pensiones y hoteles aumentan porque otros trabajadores no pueden pagar sus alquileres. Y finalmente, tenemos al trabajador que tiene un sueldo, un ingreso familiar, y tampoco puede comprar una vivienda.


 


Kirchner debería rendir cuentas, en esta campaña electoral, y particularmente en esta ciudad, de otro de sus grandes fracasos: el plan de viviendas para inquilinos que los bancos han sacado al mercado. ¿Qué significa este plan de viviendas? Una pareja de trabajadores que quisiera en la ciudad de Buenos Aires comprar un departamento de dos ambientes tendría que pagar una cuota de entre mil doscientos y mil trescientos pesos. Pero el salario promedio en la ciudad de Buenos Aires es de mil cuatrocientos pesos. Nadie puede acceder. Esa reactivación que celebran los Filmus, los Telerman y también el propio Macri, no es para nosotros, no es para los trabajadores, es la reactivación que ha beneficiado al capital financiero, a los monopolios inmobiliarios, a los dueños de las grandes cadenas de hoteles, del juego, esa es la reactivación en la ciudad, que excluye a la clase obrera, que excluye a sus vecinos, que los expulsa de la ciudad. (...)


 


El tema del asentamiento de Villa El Cartón sirvió para que una persona de esta ciudad levantara la cabeza después de cuatro años, el diputado Miguel Bonasso. La última vez que lo vimos, estaba parado en una estación de servicio cerca de la fábrica Brukman; después salió diputado, y no lo vimos nunca más. Ahora, fue con una filmadora porque quiere ver qué está pasando con estos asentamientos; luego de cuatro años. A Bonasso, socio de Filmus, socio de Heller, socio de Ibarra, una sola vez en estos años lo escuchamos hablar: cuando votó a favor del envío de tropas a Haití. El hombre que hoy tiene lástima por nuestros compañeros de Villa El Cartón apoyó el envío del Ejército Argentino contra los asentamientos de Haití, contra los centenares de villas el cartón de Haití. Lo denunciamos acá y lo vamos a denunciar en toda la campaña electoral.


 


Compañeros, que se haya producido un crimen en la Villa El Cartón no puede sorprender con un gobierno con una orientación social que expulsa a los trabajadores de la ciudad. El Instituto de Vivienda de la Ciudad ha sido liquidado. No avanza ninguno de los planes de urbanización de villas. Lo único que avanza son proyectos de carácter privado, donde se está poniendo plata del propio Instituto. Las cooperativas de vivienda tienen cerrada la inscripción. Las pocas que han obtenido un terreno enfrentan miles de obstáculos para poder construir. Ahora nos enteramos de que, con la ayuda de Hebe de Bonafini, se han comenzado a construir algunas casas cerca de Ciudad Oculta, o en Soldati, en Los Piletones. Esas viviendas nuestros compañeros las vieron volarse, entre paneles de tergopol, miserablemente, en medio de la construcción. Esas viviendas ni siquiera van a urbanizar las villas. No. Son depósitos para la gente que quieren desalojar en distintos puntos de la ciudad. Quieren llevar allá a la gente que está en el asentamiento de la Costanera Sur, o en otros lugares de la ciudad. Es una política de desalojo, es una política de degradación de la vivienda social. Y naturalmente no tiene otro objetivo que promover la entrega completa de la ciudad, de su presupuesto, de su suelo, al capital financiero.


 


(...) La orientación social de los Kirchner, los Telerman, los Filmus, está colapsando también al norte y al centro de la ciudad. La entrega del suelo, los desarrollos inmobiliarios del capital financiero están creando desequilibrios brutales. Las dos terceras partes de todo lo que se ha construido en estos años es en sólo cinco barrios de la ciudad. El colapso de los servicios, la confiscación del espacio verde, de la luz, del aire, es la realidad que se ha generado también en el norte de la ciudad. Por eso han resurgido las asambleas barriales. El jefe de Gobierno, Telerman, dice: ‘suspendí la construcción de megatorres y hacemos un convenio entre el Estado de la ciudad y la empresa de agua para construir el agua corriente y las cloacas necesarias para esas megatorres’. Compañeras, compañeros del Gran Buenos Aires, compañeros de la Capital: el agua, que escasea en Soldati y en todo el Gran Buenos Aires, las cloacas que no están para el pueblo explotado, ¡Telerman y Filmus se las van a construir a las megatorres de lujo! Esta es la realidad que tenemos en el norte de la ciudad, también una ciudad colapsada.


 


Esta cuestión llevó al presidente de la Sociedad de Arquitectos a decir: “Ojalá, ojalá durmiera alguien en las megatorres que se están construyendo en Puerto Madero. Solamente el diez por ciento de sus ventanas están prendidas a la noche”. La reactivación de los explotadores y del capital financiero es una ciudad de torres vacías, una ciudad de trabajadores expulsados al asentamiento, a la periferia y fuera de la ciudad.


 


Naturalmente, la miseria social de la ciudad solamente puede resolverse utilizando su suelo para el desarrollo de un conjunto de necesidades sociales. Pero ese suelo está concentrado en dos corporaciones que se dedican a vender esas tierras a los grupos privados. Una se llama Corporación Puerto Madero, la otra Corporación del Sur. Estas dos corporaciones “no se nombran”. El Partido Obrero reclama que la Corporación Puerto Madero y la Corporación del Sur sean colocadas bajo una dirección de delegados electos de las organizaciones obreras, de las villas, de todos los lugares donde no hay techo, donde no hay cultura. Porque los espacios libres que quieren confiscar para llevar adelante los mega-proyectos inmobiliarios son los que necesitamos también para el espacio verde público, para la cultura, para el arte, que no tienen lugar en esta ciudad. El Partido Obrero plantea la apertura de toda la información de estas dos corporaciones; que se conozca la verdad sobre sus balances truchos y se coloquen sus recursos y los recursos del Banco Ciudad a disposición de un gran plan de viviendas populares, de alquileres sociales y transitorios para aquel que necesite una vivienda de inmediato, para el desarrollo de una urbanización al servicio de los trabajadores y de los que viven en la ciudad.


 


El trabajo


 


Mi compañera Vanina Biasi va a desarrollar, seguramente, la cuestión de Cromañón. Pero Cromañón sigue presente, sigue presente en Villa El Cartón, como dije recién, y también está presente todos los días en la vida y el trabajo en la ciudad.


 


El subsecretario de Trabajo dijo, al renunciar, que todas las inspecciones laborales en esta ciudad son una estafa. Hay cuarenta y cinco inspectores para una ciudad con trescientas mil fábricas, locales y comercios. En esta ciudad, compañeros, desde 2002 se labraron doce mil infracciones de trabajo. ¿Saben cuántas llegaron a la penalización? Ni una. Esto lo denunció ese mismo funcionario al renunciar. Y al no llegar a la penalización, a los dos años prescriben. Una inmensa estafa. Sacan afiches denunciando el trabajo esclavo y no han penalizado a un solo esclavista. Esta es la realidad del trabajo en la ciudad, donde el propio Estado es el primer contratante de trabajo precario, con más de veinte mil compañeros contratados, pasantes. Trabajo en negro dentro del propio Estado de la Ciudad, y sometido, como está ocurriendo ahora en muchas reparticiones, a despidos masivos por cualquier arbitrariedad. En este punto queremos ser completamente claros. En vez del derecho del capitalista a despojar, a sustraer, a expropiar la vida del trabajador, nosotros defendemos el derecho de la clase obrera a expropiar a la empresa que contrate trabajo esclavo, contrate trabajo en negro y coloque a los trabajadores en condiciones indignas. Expropiación de las cadenas textiles que llevan al trabajo esclavo, por una bolsa de trabajo controlada por las organizaciones de desocupados, para asegurar el ingreso al trabajo con salario y con convenio. Y finalmente, pero lo más importante de todo, la lucha por el salario mínimo igual a la canasta familiar para todos los trabajadores de la Ciudad por ocho horas de trabajo. La lucha que dio el Partido Obrero en la Legislatura y que marcó una referencia en la lucha por el salario en un momento crucial de la Argentina, de la Ciudad, es la lucha que también vamos a desenvolver en esta campaña electoral y por la cual reclamamos una representación política, obrera y socialista en la Ciudad.


 


Salud


 


Compañeros, quiero simplemente incorporar un elemento más de este tobogán social que han construido quienes hoy aspiran a seguir gobernando la ciudad. ¿Qué situación tenemos en materia de Salud? Treinta y tres hospitales colapsados. Pero si ustedes los ven a Telerman, a Macri, a Filmus por la televisión referirse a los hospitales, sólo los van a oír diciendo una cosa: ‘claro, el problema es que viene gente del Conurbano’. Los hospitales estarían fenómeno y en la ciudad estaríamos en el mejor de los mundos, el problema es la gente que cruza el Riachuelo. Pero señores candidatos: ¿no son ustedes acaso los responsables de que el trabajador bonaerense esté en negro y no tenga cobertura social, de que hayan colapsado las obras sociales?; ¿no son ustedes responsables de la asfixia presupuestaria de la salud pública en todo el país?


 


La orientación social que expulsa a quien trabaja y a quien vive en la ciudad, tampoco quiere atenderlo, no quiere curarlo: también lo quiere expulsar en el plano de la salud. Vamos a defender un programa de nombramientos masivos para los médicos, para las enfermeras, el programa que defendió la gran rebelión hospitalaria del 2005 y que ni Kirchner y ni Telerman fueron capaces de cumplir.


 


Cooptación


 


Compañeras, compañeros: no ignoramos que enfrentamos un conjunto de obstáculos. Hablé al comienzo de esa fragmentación política, de ese despliegue de candidatos que son esencialmente lo mismo, representan las mismas tendencias sociales, y sin embargo están mortalmente divididos. Claro, la división expresa una debilidad, pero esa debilidad es disimulada por una variedad de ‘ofertas’ electorales y una falsa diferenciación para mejor capturar el voto de los trabajadores.


 


A esta cuestión se agrega otra: que toda esta gente ha integrado a las llamadas organizaciones sociales, ex piqueteros, movimientos de fábricas recuperadas, con la sola idea de exhibirlos, sobre todo, ante los trabajadores. Ojalá pudiéramos decir que estas organizaciones apoyan a Filmus o a Telerman por las cosas que han conseguido o que van a conseguir. Uno habla con ellos y escucha lo siguiente: ‘No, lo hacemos para que no nos quiten la fábrica, lo hacemos para que no nos cierren el comedor, lo hacemos para que no nos caguen de hambre’. Es decir que los han integrado sobre la base del chantaje, de la extorsión. Pero nosotros les decimos a ellos: esa extorsión no puede ser aceptada; ‘para entregarnos por un comedor, por un terreno, o por lo que sea, para eso ya existen en la Argentina los Moyano, los burócratas sindicales’. La clase obrera, el movimiento que luchó por las conquistas que obtuvimos de 2001 hasta hoy, no puede aceptar esa integración. Como clase obrera llamamos a los compañeros de las fábricas recuperadas, de las cooperativas de vivienda, a romper con los Macri, con los Filmus, con los Telerman, y sumarse a la lucha por una alternativa propia, independiente, obrera y socialista en la ciudad.


 


Para la vía fácil hay una larga cola de gente que está esperando venderse al mejor postor. Para quienes como nosotros hemos elegido el camino de la transformación social, de remover una ciudad y un país rodeado de pulpos de explotadores, de narcolavadores, de explotadores del trabajo, de la mujer y de la juventud, para quienes nos planteamos esa tarea de transformación, se trata de que queremos luchar hasta derribar esos obstáculos. Yendo a los lugares de trabajo, yendo a cado barrio, reclamando que el Partido Obrero pueda ser escuchado, que tenga una tribuna, participando de debates, pidiendo lugares para exponer nosotros nuestra política. El gran atractivo de esta campaña, rodeada, como ya señalé, de impostura, de mentiras, de simulaciones, es el desafío de desarrollar una plataforma política, una denuncia, una vía de salida para la clase obrera de la ciudad. Ocupando todas las tribunas y haciéndolo con agudeza; tener la posibilidad de separar la paja del trigo, atraer hacia el Partido Obrero al trabajador activo, al vecino interesado, a aquella persona que está buscando un rumbo de organización política y de salida. Ese es el gran desafío que tenemos en esta campaña electoral. Este es el desafío que a partir de mañana comenzamos a desarrollar, y lo vamos a hacer con las herramientas de un partido, es decir, de una organización con un programa, con una conciencia colectiva y con una responsabilidad. En una ciudad donde se han acabado los partidos y subsisten algunos farsantes, el Partido Obrero, va a ser seguramente el único partido que con esa convicción va salir a jugar a la campaña electoral. Y lo vamos hacer con este programa, lo vamos a hacer desenvolviendo esta lucha y sabiendo que el que discute, debate, persuade y convence, tiene el camino asegurado y perdurable para realmente, y no simuladamente, vencer.


 


Compañeros, bienvenidos al acto, vamos a escuchar a Vanina, a Néstor Correa, a Altamira, y adelante con esta lucha.